La costa deseada

3 Abr

Grupos de inversión internacionales vuelven a contemplar nuestra Costa del Sol como un lugar adecuado para hacer negocios. Una sensación extraña. Como malagueño desde mis cuatro años, sé que el bienestar de muchas familias de nuestra tierra marcha siempre al socaire de las voluntades ajenas, así dicho como homenaje a mi admirado José M.ª de Loma. Esto es, Málaga parece la protagonista de aquella letrilla flamenca que leí en Cela, esgraciaíto el que come por mano ajena, siempre mirando la cara, si la ponen mala o buena. Con este tirar de citas, se me aparece aquel “¡Ay infeliz de la que nace hermosa!, comedia de Alonso Millán, cuyo título parece ideado para nuestras playas. La Costa da de comer no sólo a chiringuitos y encargados de hamacas e hidropedales, se encarna como buey de carro para múltiples sectores responsables de los sueldos en miles de casas, un hecho innegabl. Al mismo tiempo debemos tener en cuenta que la Costa, además de páginas publicitarias en las revistas de aviación, delimita un espacio geográfico con una cantidad de recursos limitada, verdad mostrenca que se olvida con excesivo interés. Por dictados de nuestra pequeña historia, los malagueños ya sabemos que hay que tener mucho cuidado con quienes llegan enseñando billetes. Mi querido Lucas Martín lleva publicando en este periódico historias simpáticas de la Costa del Sol que podrían ser encuadernables en varios ejemplares. Aquellas noches borrachas de color en una España que amanecía de gris cada mañana. Sin embargo, en los juzgados de la provincia, quedan otros tomos donde se constata una parte exigua de la enorme cantidad de mangantes que sobre nuestras arenas intentaron erigir su isla del tesoro. La biblioteca de la especulación y el pelotazo sobre la que muchos, también llamados hombres de negocios e inversores, han intentado garabatear sus renglones por esa negra honrilla de servir al rey, que hubiera apostillado Quevedo, conocedor como nosotros de la especulación inmobiliaria que ya existió con los Austrias en Madrid y, supongo, que en Roma. No es la prostitución el oficio más viejo del mundo, sin los especuladores del deseo no habrían existido las prostitutas.

Ni contigo, ni sin ti. Necesitamos la Costa porque nos da de comer. Málaga ha sido incapaz de cambiar el motor hostelero por otro que ejerza como corcel económico eficaz. El turismo en sí no es un mal sector del que vivir si se desarrolla bajo esos ciertos parámetros ahora ausentes. Como sigo en vena cultureta, quizás los cubatas de anoche, recuerdo que Virgilio nos avisó, temed a los griegos aunque os hagan regalos. Mira lo de Troya. Gentes de todo el planeta nos llegan aquí con sus chequeras de oro y fotocopias de planos para dejar un euro y sacarse diez. El beneficio puede ser legítimo si genera riqueza para todos. Hostelería de lujo, residencias hospitalarias para ancianos necesitados de sol y calidez, clínicas que aprovechen nuestra infraestructura hotelera, empresas de dinamización cultural, ese tipo de inversiones, además de beneficiosas, añaden un plus de atractivo para nuestra Costa y se convierten en un generador limpio para nuestro tejido productivo y nichos de empleo. Pero seamos realistas, los ayuntamientos están con las arcas en números rojos y las lecciones del pasado en la memoria reciente. Me temo que vuelva a ser fácil encandilar a los consistorios para construir más urbanizaciones o adquirir de forma masiva pisos con fines turísticos. El primer efecto, sería la subida de alquileres y precio de viviendas de modo generalizado, lo que a nuestras autoridades le importó muy poco durante la última burbuja inmobiliaria. A cambio, entra dinero para fastos municipales y sueldo inmediato en muchos hogares vecinos. La historia posterior ya la conocemos. Soy de quienes piensan que los pueblos también son responsables de su historia. Ya conocemos el final de este cuento de princesas y joyas que huyen con sus millones y se comen las perdices en otros paraísos fiscales, eso sí, una vez destrozada sin remedio nuestra Costa. Infeliz de la que nace hermosa o ese oscuro objeto del deseo, una tragedia malagueña.

2 respuestas a «La costa deseada»

  1. Gracias por otro sitio informativo. ¿Dónde más podría conseguir ese tipo de información escrita de una manera tan ideal? Tengo un proyecto que estoy trabajando ahora, y he estado en la búsqueda de tal información.

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