La estafa LIMASA

20 Mar

Parece que el Ayuntamiento va a prorrogar el contrato con LIMASA hasta el verano. Parece que todos los conflictos con la basura le supieron a poco a nuestro alcalde y a su equipo de gobierno. El tiempo pasa volando, como ya sabemos por los poetas de la antigüedad, y ha pillado a nuestro edil del ramo, con los deberes sin hacer o con la casa sin barrer, si queremos abundar en la imagen. Una empresa no es una ONG y se forma para ganar dinero. Me parece bien. Pude comprobar el desastre que erigía una compañía comunista donde cada quien iba a su ritmo y existían puestos de trabajo como el de una señora que pulsaba los botones del ascensor, un cargo tan prescindible como el de los responsables de la ineficacia crónica de LIMASA, una inutilidad repartida, como fichas de dominó, entre sus gerentes y nuestro consistorio que no protesta por no molestar. LIMASA nunca pierde la ocasión para maltratar a los malagueños. Nada tienen que ver sus trabajadores en esto. Los amos junto con quienes deberían de defender a los malagueños son quienes incurren en una constatable dejación de funciones. Así, el paseante camino de, por ejemplo, el CAC para asistir a la inauguración de la obra creada por el artista chino Jia Aili puede contemplar el precinto en los contenedores de basura soterrados de C/ Alemania y una montaña de bolsas de basura alrededor de tal punto. Una instalación povera y espontánea ofrecida gratis al turista. Si el vecino, para no contribuir a tal caos de detritos, se dirigiera con sus desperdicios hacia Alameda de Colón encontraría igual estampa, pero por insuficiencia de receptáculos. Málaga sol, playa y basura frente a la cultura. Nuestra ciudad importa poco a la empresa y a esos responsables municipales que tendrían que exigir eficiencia en una actividad que parece llevada a cabo sin planificación de ningún tipo. El viandante se sorprende de cómo se desperdicia agua en riego de calles después de las lluvias durante el caro turno de noche, mientras que después transcurren meses sin que se vierta un solo manguerazo sobre aceras ennegrecidas por la desidia. Una ineptitud ajena a los empleados, simples peones en este tablero repleto de reinas, reyes y una torre.

Nuestro alcalde no dudó para hacerse la fotaca junto al empresariado hostelero cuando la última huelga de los trabajadores de LIMASA, una actitud irresponsable que dirigía el dedo acusador hacia las parte más débil de un conflicto evitable. Sin embargo, parece que el ayuntamiento no remite a los amos reportajes de los contenedores vomitando basura hacia el exterior, por indigestión de desperdicios hosteleros, o de los arcones de plástico como naves de putrefacción en medio de un oleaje de inmundicias, por ejemplo, en Calle Eslava donde, además, para mayor burla hacia la ciudadanía, se encuentra una de las dependencias de esta empresa. Ningún inspector disfruta de aquel espectáculo, según parece, y nuestros concejales confirman que recorren esta ciudad en coche, acuciados por una ceguera voluntaria, interesada y circunstancial. No ver, no oír, no hablar. Con la venda quitada se encontrarían con un solo operario armado de escoba y recogedor frente a una calle de varios cientos de metros atestada de hojas; la empresa que obtiene dinero de nuestros impuestos no dispone de suficiente maquinaria moderna. LIMASA ni invierte ni funciona. El Ayuntamiento silencia. La titularidad de una empresa no determina su marcha. El interés de los gestores o de quienes pagan por un determinado servicio actúa como motor del negocio. Nadie admitiría un albañil que se presentase solito con una pala para construir una piscina. Imaginen un taller que dejase el coche sin arreglar hasta que el mecánico tuviera ganas o hasta que comprase la llave inglesa que se le perdió. LIMASA no ha cumplido su parte del contrato porque nadie se lo ha exigido. Se prorrogan pliegos de condiciones y se explica a la ciudadanía que el alcalde estudiará fórmulas. Un mago Merlín a la busca de la varita que convierta Málaga en un ejemplo de limpieza y urbanidad. Nuestro Ayuntamiento carga contra los ciudadanos con una virulencia que no es capaz de usar contra sus compinches en esta estafa colectiva llamada LIMASA. Ya está bien, hombre. Así en castizo.

11 respuestas a «La estafa LIMASA»

  1. Más claro e agua.
    Francamente, no esperaba tal precisión en sus comentarios y apreciaciones, y es que habitualmente se habla de Limasa sin tener mucha idea .
    Así que señor González Vera, enhorabuena. Ha estado muy acertado y eso que ha contado muy poco. Siga paseando y Verá,,,

  2. A los empleados que estamos los fines de semana se no exigen que cumplamos con todo nuestro trabajo lo hacemos lo más eficaz que es nuestra obligación aparte para ver si la empresa se da cuenta de que somos capaces de realizar el mismo trabajo durante la semana lo cual por culpa de los sindicatos y la empresa que tienen un montaje para tener a lo arrastra escobas de sus amistades y compromiso trabajando nos vemos sumiso en este estado, ojalá entrar a una empresa privada con criterio para gestionar tanto los empleados como el servicio realizado, y los directivos y lo que gestionan esto desde la dirección con tanto dinero público por medio es patético a mí personalmente me da vergüenza de estar trabajando en una empresa que no tiene consideración por los trabajadores que merecen la pena y se ganan con su esfuerzo el tener un puesto de trabajo digno y de la ciudadanía que paga tanto ,en dinero como en consecuencias

  3. El artículo que has compartido aquí es muy impresionante. Realmente me gusta y aprecio su trabajo. He leído profundamente su artículo, los puntos que ha mencionado en este artículo son útiles.

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