Consorcio de Bomberos

18 Oct

Algo huele a podrido en el Consorcio, podría decir un personaje al modo de Shakespeare. El Partido Popular ha denunciado unas partidas de gastos incomprensibles e incomprensiblemente abultadas que, bajo la responsabilidad de su gerente, el Consorcio ha dilapidado. Dinero público, por supuesto. El Consorcio de Bomberos tal como se lee en su página web, que costó 18000 € y este paseante no cree que los valga, es un ente constituido por entes locales. Uno imagina un Alien y varios Alien más cuando lee las disposiciones del BOJA donde se menciona ente tras ente. La administración pública a la más mínima oportunidad tiende a crear monstruos que se alimentan con dinero, público por supuesto. Los defensores de lo público cada vez lo tenemos más difícil dadas las actuaciones de los gestores públicos, a quienes habría que ver cómo navegan en las procelosas aguas de la competencia en la calle. Si los muchos miles de euros que los Populares han denunciado como gasto misterioso del Consorcio han sido tirados como ellos han expuesto, ya tarda una denuncia a su Gerente, otra a su presidente que no es Salvador Pendón, sino Francisco Márquez Barea, además de la petición de informes a la Secretaría de Intervención, que existe según el organigrama publicado en la página web de 18000 €. Siempre que sean ciertas estas informaciones, el Gerente debería de explicar, sobre todo, ciertos gastos de compleja intelección. Así, 2000 € en flores y 14000 € en carteras y corbatas, junto con 2644 € por un cuadro para el despacho sirven para que cualquier malpensado sospeche que el Gerente quería ligar lo menos con todo el cuerpo de bomberos, cuerpo que está muy bueno como vemos en los almanaques al desnudo, pero que no merece tanto gasto suntuario como de amante inaccesible. Yo de niño quería ser bombero, ahora prefiero lo de gerente.

Ya que el Consorcio no se ha privado ni de gabinete de prensa, según organigrama de página web de 18000 €, que en comandita preparen explicaciones porque veo al Consorcio a punto de saltar a las páginas y programas del corazón antes que a los juzgados. Datos aún más curiosos. El uso de 45000 € en una campaña publicitaria indica que el Consorcio tal vez tenga atribuciones para apagar fuegos en toda España; esa cantidad en autobombo, no en auto-bombas, no se justifica para un espacio como la provincia de Málaga, y ese dinero significa mucha cartelería e incluso almanaques con ese cuerpo de bomberos que como todo cuerpazo tanto y tanto gasto exige. Aparcamientos, asesorías, móvil del Gerente, más asesoramientos, alquiler de coche y hoy lunes aún no ha dimitido nadie. Mediante este método de gasto al modo de un jeque pero sin petróleo, se generan, o gerencian, los déficit públicos que arruinan a los pueblos por décadas, además de insuflar en el ánimo colectivo un recelo hacia todo lo que signifique cualquier ampliación de administración pública, sobre todo en engendros como las diputaciones, organismos con democracia de baja intensidad que se convierten en recolocaderos de la casta política, amigos y familia en paro, mediante un sinfín de fórmulas del tipo cargos de confianza, concursos públicos con perfiles muy definidos, o adjudicaciones de servicios por debajo de una cifra, todo amparado por leyes pero lejano a un paraguas de moralidad que, no seamos ingenuos, ningún grupo político querrá abrir para que los suyos tampoco pasen penurias. Entre ayuntamientos y Junta, las diputaciones por medio como pirañas rabiosas y la de Málaga como un tiburón. Y yo aquí haciendo amigos.

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