Los docentes jubilados de Almoradí

8 Dic

Almoradí es una hermosa ciudad alicantina, situada en el corazón de la Vega Baja. Una población agrícola de unos veinte mil habitantes, muy marcada por el desarrollo urbanístico de la costa y por la industria del mueble. Tiene una huerta fértil por la proximidad al río Segura. Puedo dar fe de las exquisitas alcachofas que produce. Todavía hoy, un tribunal de las aguas preside las disputas entre regantes y pone multas en reales de vellón.

Allí llegué la víspera de San Andrés, patrón de la ciudad, después de una pequeña peripecia aérea, ya que tuve que volar desde Málaga a Barcelona y de Barcelona a Alicante para llegar a las 3.30 de la tarde y poder comenzar el trabajo a las 5. Me habían invitado el Ayuntamiento de Almoradí y el CEFIRE (Centro de Formación, Innovación y Recursos Educativos) de Orihuela para participar en unas Jornadas sobre la Ciudad como espacio educativo y para participar en el Homenaje que la ciudad rendía a los maestros y profesores jubilados, no solo de ese año sino de toda la historia de la localidad. Cien maestros y profesores, en números redondos. Muchos, como es ley de vida, nos han dejado ya. Algunos en los días inmediatos a esta fiesta. Gratitud y dolor. También para ellos eran los honores.

La sociedad tiene con los maestros y maestras una deuda impagable de gratitud, de admiración y de afecto. Es una práctica altamente ética que la sociedad agradezca a los profesionales de la enseñanza, todo lo que han hecho por ella.

El acto fue emocionante. Después de la conferencia, el Ayuntamiento les rindió homenaje en un sentido discurso, los miembros de los coros del Colegio Manuel de Torres y los del Conservatorio Municipal de Almoradí interpretaron con acierto la canción de la ciudad educadora, dirigidos con maestría por el profesor Iván Aznar. Les dediqué luego unas palabras que les he remitido después en un documento. Luego fueron subiendo uno a uno al escenario recibiendo el aplauso de todos los asistentes. Aplausos largos y sentidos. Unos segundos para toda una vida. Resultaba conmovedor verlos subir las escaleras del escenario, algunos con dificultad extrema, para recibir dos sencillos regalos: una flor que se les había preparado y un pergamino en el que se reconocía la trayectoria de 30, 35, 40, 45 años dedicados a la educación.

La tarea de enseñar es la más difícil, la más hermosa y la más importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de los niños y de los jóvenes. En una sociedad en la que todo el mundo sabe que quien tiene conocimiento tiene poder, el maestro y la maestra dedican su vida a compartir el saber que poseen. En cualquier profesión, el mejor profesional es aquel que mejor manipula los materiales. En ésta es quien más y mejor los libera.

Se pensó en algún momento en regalarles un ejemplar de mi libro “Un ramo de flores para los docentes del mundo”. Luego, por diversos motivos, el libro sirvió solo para inspirarse en la elección y el significado de las flores que les regalaron: blancas de ilusión, amarillas de aprendizaje, violetas de mejora, azules de esfuerzo, rosas de compromiso, verdes de optimismo, rojas de dolor y naranjas de amor.

Detrás de cada persona, admirables hombres y mujeres que habían dedicado su vida a la enseñanza, hay una historia que merecería un monumento. Cuando fui miembro del Consejo Social de la ciudad de Málaga conseguí del consistorio que se edificase un monumento a los docentes de la ciudad y que se dedicase una calle a todos los maestros. “Calle de todos los maestros” es exactamente el nombre (se entiende que en la dedicatoria se encuentran también todas las maestras). Entre las extraordinarias historias allí presentes estaba la de la familia Miralles. (Visto lo visto, debería ser llamada la familia “Miradles”, porque son un hermoso ejemplo para la sociedad). La abuela de una de las organizadoras, Susana Miralles, maestra de cuerpo y alma, tenía a su padre entre los jubilados. Su abuela fue una maestra de las que dejan huella y sus seis hijos han sido también maestros. Una saga de enseñantes. Una saga admirable.

En la mañana del día 30 (la conferencia de Almoradí tuvo lugar el día 29 por la noche) tenía que impartir una conferencia a los alumnos y alumnas del master de secundaria de la Universidad de Málaga. Es decir, a quienes están haciendo su preparación pedagógica para la docencia. Podía haber titulado el artículo, si no fuera muy largo, “Los maestros jubilados de Almoradí y los aspirantes a profesores de Málaga”. El contraste no podía ser mas contundente. Quienes terminan y quienes empiezan. Quien han puesto el punto final a la tarea y quienes aspiran a iniciarla.

Les hablé al comienzo del homenaje de la noche anterior. Les dije a los jóvenes asistentes: cuando lleguéis al momento (ahora impensable) de poner el punto final a la tarea, ¿podréis decir que fue dichoso el día que decidisteis abrazar esta profesión? ¿Vuestros alumnos podrán exclamar dentro de unos años: bendito el día en que os matriculasteis en el master de secundaria en la Universidad de Málaga? ¿De qué depende que el signo de las contestaciones tenga un contenido positivo o negativo? De estas tres causas, entre muchas otras.

– De los motivos que fragüen la decisión de estar aquí. Los motivos pedagógicamente pobres condicionarán un ejercicio profesional pobre. Los motivos pedagógicamente propiciarán una tarea apasionante. Aunque los motivos ricos se puedan empobrecer y los pobres de inicio se puedan enriquecer.

– De la pasión que pongáis en la tarea. Esta profesión, les dije, gana autoridad y sentido por el amor a lo que se enseña y el amor a quienes se enseña.

– De la capacidad de resistir y de aprovechar incluso las frustraciones, los fracasos y los errores. Les hablé entonces del arte de saber convertir dos signos menos en un signo más (hay quien domina el arte contrario: de algo bueno que les pasa sacan dos motivos de desaliento).

Entre el comienzo y el final hay un proceso ilusionante o decepcionante. Está en las manos de cada uno que tenga un signo u otro. Cuestión verdaderamente determinante para los profesionales y, cómo no, para sus alumnos. No hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas. Gracias y enhorabuena a los jubilados y jubiladas de Almoradí, ánimo, esfuerzo y pasión para los aspirantes de Málaga.

27 respuestas a «Los docentes jubilados de Almoradí»

  1. Córdoba, 8 de diciembre de 2018.

    El 1 de octubre pasado, oficialmente, me jubilé. Sin embargo, continúo en la Facultad trabajando a otro ritmo. Tengo el mismo despacho, dado que lo solicité para continuar como profesor colaborador, de modo que ahora lo comparto con Flora. La verdad, es un placer seguir con la misma mesa, que se encuentra dentro de un espacio bastante amplio y en el rincón que da a la ventana que mira al campo. Allí tengo mis cosas, por lo que siento que no se ha alterado sustancialmente mi trabajo, excepto que ahora lo hago con plena libertad.

    Previamente a esa fecha, les escribí tanto a los compañeros y compañeras como a quienes trabajan en el centro una carta por correo electrónico en la que les informaba de mi terminación como docente. La acompañé del hermoso vídeo que me habían dedicado en Alburquerque mis amigos de la infancia y en el que aparecía el Castillo de Luna hablándome por haber luchado durante años por su conservación.

    En la Facultad me siguen viendo como uno más; aunque, en ocasiones, alguno me pregunta si no me he jubilado, a lo que le aclaro la situación en la que me encuentro.

    Situación que es un verdadero placer, puesto que sigo impartiendo algunas clases; ahora planifico con compañeros y compañeras nuevos trabajos prácticos de sus asignaturas y comprobamos los resultados de los mismos; dirijo las tesis doctorales que tengo comprometidas; colaboro en los trabajos de fin de grado de los que me piden; he impartido alguna conferencia… y, además, me queda mucho tiempo para leer volúmenes de la magnífica biblioteca de la que disponemos.

    ***

    A veces, en esas lecturas aparecen temas de los que hemos hablado en este blog, dando lugar a que, otra vez y con nuevos matices, haga reflexión acerca del tema tratado.

    Es lo que sucede con “Días y libros” de Emilio Lledó, recién aparecido en este año, y que compré en Barcelona, coincidiendo con las fechas del congreso internacional que abordaba la infancia maltratada. La obra, extensa y con letra muy pequeña, contiene artículos previamente publicados de este admirable filósofo y profesor que ha llegado a los 91 años con plenitud creativa y con gran entusiasmo por el trabajo docente.

    Así, el titulado “Educación de la mirada”, publicado en 1992 en el diario El País, me trae a la memoria el artículo “El efecto Flynn” de Miguel Ángel, que apareció recientemente, y sobre el que debatimos de manera extensa.

    Con el fin de ampliar la reflexión, me gustaría destacar unos párrafos de Lledó y que, de algún modo, tiene relación con lo que hablamos:

    “Algunos espíritus liberales sostienen todavía que, a pesar de todos los pesares, vivimos en ‘el mejor de los mundos posibles’. Felices seguidores de la ya vieja teoría del optimismo, estos maestros concluirían, en consecuencia, que todo tiempo pasado fue peor. No es, sin embargo, tarea fácil clarificar tan entusiasta afirmación, sobre todo si se examinan adecuadamente los datos que la diaria experiencia nos aporta. Porque, efectivamente, cuesta trabajo fundar ese optimismo en razones que lleguen a hacer aceptable tan consoladora y paradójica propuesta. Hay otra dificultad cuyo origen es el desánimo que produce diagnosticar, una vez más y sin que ese diagnóstico pueda realizarse, algunas de las enfermedades sociales que nos corroen. Pero, precisamente, en esa lucha por encontrar un nuevo discurso ideal y crear determinadas instituciones por donde puedan abrirse otras posibilidades que las que ofrece este ‘mejor de los mundos posibles’ radica un reto de nuestro tiempo”.

    Más adelante, pasa a centrarse en el mundo visual o de las tecnologías de las imágenes en el que nos encontramos, dado que es el tema sobre el que gira el trabajo:

    “Nuestro conocimiento de este rostro feroz del mundo contemporáneo se debe a uno de sus grandes inventos, que ha hecho posible ‘ver la historia’, poder aproximar a nuestro presente todo aquello que jamás podríamos ‘ver’, porque no podríamos ‘estar allí’, acompañando a nuestros ojos. Este ‘ver’, ‘sentir’, sin ‘estar’ plantea una de las asombrosas revoluciones del ser humano…” (pongo entre comillas simples lo que aparece en el texto con letras cursivas, ya que el blog no las permite).

    Emilio Lledó, que es un gran escritor y un brillante orador, entiende que la multiplicidad de imágenes con las que cotidianamente convivimos ha distorsionado nuestro mundo. Al final apunta al propio título del escrito, en el sentido de que necesariamente hay que ‘educar la mirada’, algo que yo ya vengo sosteniendo en algunos de mis libros, especialmente en “Signos y cultura de la violencia”, de 1993, o en “¡Mírame! Teoría y práctica de los mensajes publicitarios”, de 2002.

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    Este miércoles, día 12, comienzan los cursos que desde Córdoba Laica, y en colaboración con el Ayuntamiento de Córdoba, hemos planificado. El primero de ellos será “Laicismo y Derechos humanos”, en el que participarán distintas asociaciones andaluzas.

    Uno de los temas será “Derechos humanos e inmigración” en el que se debatirá la terrible situación en la que se encuentran los migrantes y refugiados, drama que en la actualidad ha alcanzado unas dimensiones no conocidas con anterioridad.

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    Una buena noticia: el Ayuntamiento de Zaragoza ha logrado revertir, tras la demanda judicial, la iglesia San Juan de los Panetes, una de las joyas del mudéjar de Aragón. Había sido uno de los bienes públicos inmatriculados, y que se encontraba dentro de esos 40.000 bienes que, bajo la Reforma de la Ley Hipotecaria de 1998, promovida por Aznar, había inmatriculado la Iglesia.

    Esto supone un gran aliciente para los que trabajamos para que la Mezquita de Córdoba vuelva a ser de dominio público. Pero aquí nos encontramos con una diócesis especial, ya que a su titular, el obispo Demetrio Fernández, hay que conocerlo con detalle. Para quienes no hayan escuchado sus declaraciones (o soflamas), simplemente, le invitaría a que entrara por internet y comprobara el júbilo con el que ha recibido los resultados de las últimas elecciones al Parlamento andaluz. ¡Eso se llama neutralidad política!

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    Otra buena noticia; esta de tipo familiar. Abel y Esther vendrán de nuevo las próximas Navidades para estar una semana con nosotros. Vendrán con el niño, que ya tendrá nueve meses. Es una criatura la mar de risueña, y que a sus abuelos de Córdoba nos tiene encandilados. Por mi parte, ya le tengo varias canciones dedicadas a él, que se las cantaré cuando estemos jugando.

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    Bueno, son algo más de las ocho de la mañana, y conviene ir cerrando.

    Desde este lugar, al sur de la geografía española y con un tiempo espléndido, espero que quienes siguen El Adarve estén disfrutando de este puente que el calendario nos ha regalado.

    • Estimado Aureliano:
      Efectivamente, hoy tenemos un día luminoso y templado en el sur. Un día espléndido.
      – Me alegra saber que sigues trabajando en lo que tanto te gusta y a tantos beneficia.Esa es una buena solución que a muchos no les es posible plantearse.Que la disfrutes por mucho tiempo.
      – Cuánto admiro a Emilio Lledó. Como filósofo, por supuesto. Pero, sobre todo, como docente. Le he escuchado varias veces y siempre he disfrutado y aprendido de su sabiduría y sus dotes de comunicador. Este texto me parece admirable también. Gracias.
      – Lo del obispo de Córdoba merece un lugar destacado en la antología del disparate. Qué personaje, Dios mío.
      – Que disfrutes de tu nieto en estos días que avecinan, tan peculiares.
      Tengo que salir con familiares que han venido de Priego de Córdoba. Comeremos aliado del mar.
      Un gran abrazo.
      Buen Día.
      Y gracias.
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  2. Un saludo para todos los lectores del blog y un saludo especial para su autor, Miguel Ángel (docente jubilado, ¿o no? pues sigue en la batalla luchando desde otras trincheras)

    El tema de la jubilación y los docentes me afecta especialmente. Hace poco más de un año que me jubilé.
    Una de las cosas que quería hacer, ante las posibilidades de ocio que se me abrían, era escribir. Al final, las vicisitudes de la vida priorizan otros menesteres, no pude dedicarle el tiempo que quería a esta actividad; pero hurté a las obligaciones el tiempo suficiente para escribir algunas cosas, incluso para apuntarme a algún curso on line de escritura creativa. Sin llegar a publicar nada comercialmente (solo obras personales mediante autoedición y reservadas a amigos y familiares) recopilé algunas de mis experiencias en el ámbito de la escuela (desde la triple perspectiva de hijo de alumnos, alumno y profesor). Con todos esos recuerdos compuse un libro con el que sorprendí a mis compañeros el día de mi jubilación correspondiendo al bonsai que me regalaron. La obra se llamó “Días de escuela” y recoge las rosas y espinas de ese ramo de flores que es regalo y metáfora de la profesión docente. Éxitos y fracasos, en suma, en la actividad de una profesión tan especial como es la nuestra.

    Acerca del autor reflexionaba así: “Pudiera haber sido otras muchas cosas, pero fui maestro y cuando este libro esté en la imprenta estaré a punto de jubilarme. No he sido el mejor maestro de mundo (pero tampoco el peor, desde luego). No destaqué especialmente por nada, pero desempeñé mi trabajo con ilusión y me esforcé en hacer bien mi oficio, lo cual es mucho. Muchas veces metí la pata (lo reconozco), otras escuché lisonjas más o menos merecidas. Alguna vez recorrí herido el camino de la escuela. Siempre quise ayudar, y mi desesperanza fue no poder escuchar suficientemente bien las necesidades de mis alumnos pues un día mi oído empezó a deteriorarse. Muchas cosas intenté para paliar mi problema: compré y adapté audífonos, me hice logopeda, impartí clases de asistencia domiciliaria; incluso aprendí un poco de lengua de signos ante la posibilidad de dar clases a alumnos sordos. Finalmente el destino me condujo a la educación de adultos. Gracias a todo ello, con muchas dificultades, pudo acabar mi ciclo laboral. Los últimos años “eché el resto” pues consideraba que mi larga formación no me inutilizaba del todo para la labor de enseñar”

    Y es que, desde la administración, no se optimizan bien los perfiles de los profesionales docentes a su cargo. Son muchas las visitas que realicé a las correspondientes instancias educativas para buscar un puesto acorde con mis inquietudes y posibilidades. Pero resulta curioso que, mientras no haya quejas de nadie, no se mueve un dedo para mejorar una situación pedagógica delicada. Hay una tendencia al inmovilismo, un rezo continuo a la patrona del conservadurismo “Virgencita, Virgencita; que me quede como estoy”. Mi problema era que “nadie se quejaba de mi actuación” (excepto yo, naturalmente; pero eso no contaba).

    En fin, me he tomado “un primer año sabático” en el que, sacando tiempo de las obligaciones familiares que te impone la vida, tuve tiempo incluso para escribir.

    En escribir encuentro consuelo a mi problema auditivo y doy cumplimiento a mis aspiraciones desde niño. Quiero agradecer desde aquí los artículos de MAS a propósito de la necesidad y las bondades de plasmar por escrito experiencias, ideas, emociones… Escribir no solo es terapéutico sino que además ayuda a estructurar nuestro pensamiento, lo cuida, lo hace riguroso, lo enriquece y lo comparte con los demás.

    Y respecto a mis libros, resulto ser un aprendiz en la edad de la jubilación. Provablemente no tenga suficientes años en la vida para llegar a ser “realmente bueno” como escritor pero no me va la vida en ello ¿o sí? Hace tiempo escribí una entrada en mi blog sobre mi posible salario como escritor que transcribo:

    “EL SALARIO VAN GOHG”
    Uno come de su trabajo, pero vive (o muere) de sus aficiones. Mis aficiones actualmente se orientan al mundo de la escritura. Esta faceta de la gema de mis talentos es la que más brilla en estos momentos. Gema o bisutería, me encandilan por igual.

    No hay escritor sin lectores. El primero es uno mismo pues al escribir, se lee. Ese uno se multiplica por muchos al aplicarle la perspectiva del tiempo. Ya son, en sí, un público notable. Esos lectores juzgarán al escritor actual desde posiciones futuras.

    Escribir, per sé, es meritorio; pero existe también un impulso social, unos vasos comunicantes con el resto de las personas que alientan el anhelo de ser leído. El escritor suspira por publicar. Hoy en día, es fácil hacerlo. Las modernas técnicas de edición e impresión en línea lo hacen sencillo. Pero la exposición virtual casa mal con la adquisición del producto. ¿Para qué voy a comprar un volumen en papel cuando puedo descargar un tenue ebook electrónico mucho más barato por añadidura? Auque después, abierto sobre la pantalla… ¿quién tiene la voluntad de leer párrafos extensos, largos textos, decenas de páginas acosado por estímulos visuales y auditivos incontenibles que se superponen a una tarea que exige esfuerzo y atención?

    Si recibiera un salario por mis escritos sería un salario de sal, de la que escuece y da sed. Moneda de trueque antiguo, hoy sólo sería corrosivo y pobre jornal. Tres libros, a la fecha, llevo escritos. Aparte de un par de decenas que regalé a amigos y parientes, sólo una venta entre la ingente masa de potenciales lectores. Mi exiguo salario de escritor, tras dos años de publicaciones, son 2 € de una venta de la versión electrónica (pdf) de mis Caminos de Santiago.

    En estos momentos, mientras sonrío con tristeza, recuerdo a un hombre genial. Este artista, también tardío en lanzarse a los caminos de la pintura sólo llegó a vender tres cuadros en toda su vida. ¡Y se dedicó a la pintura en cuerpo y alma! Subsistió gracias a la ayuda de su hermano y de algunos amigos. Por amor al arte trabajó con un salario ínfimo.

    El salario Van Gogh no da de comer. Mis pobres baratijas apenas se venden rebajadas en las tiendas de los chinos. Pero mis amigos, mis escasos lectores y sus comentarios, algunas referencias notables… son el sueldo que me hace seguir trabajando, gozando y sufriendo, en pulir estos textos que dejo prendidos en línea, expuestos al viento de bites de la Word Wide Web. No como de esto, pero una febril decisión me impulsa a seguir escribiendo cada día. ”

    Casi casi como los maestros…

    • Querido Jesús Marcial:
      Hermoso comentario. Vibrante comentario. Emocionante comentario. Por no seguir.
      Pues sí, insisto mucho sobre la conveniencia y la necesidad de escribir. Yo no digo de vivir de la escritura. Poquitas personas pueden hacerlo. Por muchos motivos.
      No es un motivo menor el mundo editorial. Estoy cansado de ver cómo una Consultora de formación que me acompaña en algunos viajes percibe el 40% de la venta de cada libro mientras el autor percibe el 10%. Es decir, que por venderlo se cobra el 40% y por escribirlo el 10%.
      Yo aconsejo la escritura por el placer de aprender, por el placer de sentir, por el placer de expresarse y de comunicarse. Lo que veo que tú haces. Y me gustaría que no dejases de hacerlo. Fíjate qué curioso. Entre los títulos en embrión que tengo anotados para próximos (o lejanos) artículos tengo preparado uno: ESCRIBIR PARA APRENDER.
      Tengo una hermosa amistad con la hija de Manuel Alcántara. Su padre escribe un artículo diario (se publica en 20 periódicos) desde hace más de cincuenta años. Tiene ya 90. Dice que para él vivir es escribir el artículo de cada día. Escribe en una antigua Olivetti. Hace poco decía que él quería morir con las teclas puestas.
      Admirable este modo tuyo de llenar los días, los años de jubilación. Ojalá que sean muchísimos. Y que yo te lea.
      Un gran abrazo, amigo escritor.
      Y mil gracias por este comentario
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  3. Yo estaría, ahora mismo, en ese espacio de quienes ya no estamos oficialmente en el barro.
    Simplemente me gustaría decir que he intentado, desde lo común, hacer muchas cosas fuera de lo común.
    Ese ha sido mi horizonte (que aún sigue tan lejano como al principio) y espero que algo parecido sea el de todos quienes quieran ser y estar en este mundo.

    • Querido Rufino:
      Lo sé. Lo sé. Sé que siempre “has intentado, desde lo común, hacer muchas cosas fuera de lo común”.
      Yo diría que no solo lo has intentado sino que lo has conseguido.
      Este comentario es otro pequeño ejemplo.
      Un gran abrazo.
      Gracias por leerme y, sobre todo, por escribir.
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  4. Miguel Ángel, hoy nos regalas otra maravillosa actividad: reconocer la labor bien hecha de profesor, de educador.
    Estos reconocimientos, al igual que el reconocimiento en Málaga dedicándoles una calle, contribuyen a generar un respeto social a aquellos/as que lo han dado todo por mejorar a las personas, es decir, a la sociedad.
    Hace un par de semanas se trató sobre la inteligencia, sobre el cociente intelectual, yo hoy me quedo con esta frase del último párrafo: “No hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas.”
    Personalmente no concibo a un profesor/a que no sea buena persona y que no tenga como objetivo hacer felices o buscar la felicidad de sus alumnos.
    Saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Tú no lo concibes, porque eres una gran persona. Lamentablemente existen (aunque sean excepciones).No es fácil abordar este problema. Porque también ellos merecen respeto y afecto.No por por lo que hacen sino por su condición de personas.No es fácil compadecerse de un cirujano borracho que manda a sus pacientes al otro barrio.Sí merecen compasión sus víctimas. No es de recibo permitirle que siga operando. Y hay quien en las aulas causa los mismos destrozos. Porque no sabe o porque no quiere.
      Hace tiempo escribí en este blog un artículo titulado PILOTOS ASESINOS. Quizás lo recuerdes.
      ¿Cómo interviene el sistema en esos casos? ¿Qué filtros existen para que no se cuelen en la selección personas con taras psicológicas que presagian una catástrofe?.
      He pensado mucho en estas cuestiones. Es un asunto de no menor gravedad que dificultad.
      Un abrazo.
      Y, como siempre, gracias.
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  5. Estimado Jesús (Marcial Grande):

    Quisiera decirte que te he leído despacio, tranquilamente, y que he disfrutado no solo de lo que cuentas de tus vivencias, sino también del modo en el que las expresas. Eso, para mí, quiere decir que escribes muy bien, que utilizas nuestra lengua común con una calidad que es el resultado del amor y del empeño que has puesto en esta tarea.

    Yo te animaría a que continúes en ese tesón de ir perfeccionando algo tan complejo como es el dominio de las palabras escritas. En esta línea, tanto a los alumnos de grado como a los doctorandos les insisto que tener un buen dominio de la escritura exige tiempo, esfuerzo y, por encima de todo, la convicción de que en un buen texto se encuentra inserta la belleza, entendida no como mera forma que se presenta para deslumbrar, sino como expresión que comunica con las mejores palabras que nos han legado quienes nos han precedido.

    Hablas del libro impreso. Sin embargo, en nuestro país se publica en exceso, tanto que muchas de ellas son totalmente prescindibles.

    Por suerte, ha llegado un medio, que es el que ahora utilizamos, que posibilita que puedan publicarse comentarios, reflexiones, artículos, etc., sin que suponga ninguna transacción económica. En mi caso, utilizo tanto los impresos como los digitales. Y también en estos últimos pongo todo mi empeño por hacerlo lo mejor posible; para ello, y puesto que siempre se nos deslizan erratas, antes de enviar los artículos a los medios digitales le indico a Flora, mi mujer, que los lea, para que vayan lo más pulcramente escritos.

    Bueno, deseo que sigamos leyendo tus bien elaborados comentarios en El Adarve, que es una especie “libro” abierto y colectivo accesible a todos.

    Un abrazo desde Córdoba.

    • Se acaba la semana y no quiero dejar sin contestar tu comentario. Reconforta ser leído e ilusiona que lo hagan con cuidado y disfruten de la lectura. Esto me compromete a mejorar mi técnica y cumplir con la disciplina del escritor que desearía llegar a ser. Cuento con la dificultad especial de una memoria desastrosa, ademas de una ortografía terrible y una casi insuperable dificultad para los idiomas (que mis problemas de oído no hace sino acentuar).
      Tengo que agradecer opiniones como las tuyas y algunas otras que, inesperadamente, me llegan en estos últimos tiempos. Sé que soy un escritor en prácticas y necesito aprender y ejercitarme (por eso me he apuntado a un curso de escritura creativa on line); pero es que ademas ¡disfruto! escribiendo.

      Tu comentario no ha caído en el vacío. Gracias.

      • Estimado Jesús Marcial:
        Tampoco tus comentarios caen en saco roto.
        A escribir se aprende escribiendo.
        Y leyendo mucho.
        No sé si me has oído decir o me has leído que los escritores son como los cerdos: la calidad del jamón depende de la calidad de lo que comen. Y la del escritor depende de la calidad de lo que lee.
        Un gran abrazo.
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  6. Querido Maestro!
    Es usted un crac!
    Así le va la vida, tremendamente feliz!
    Por muchas cuestiones, la más esencial porque trata con amor a todos los seres humanos, ama su profesión y tiene enormes vínculos con ella.
    Es indispensable elegir bien lo que será tu profesión y más aún tener verdadera vocación a dar ejemplos y aprender.
    Yo he vivido mi profesión con verdadera ternura y pasión como docente y con calidad humana en relación con mis alumnos.
    La vida no me lo ha puesto fácil pero la perseverancia, el trabajo,los sueños, la admiración por la enseñanza me ha dado pie a una espera llena de esperanzas.
    ¡Si das amor seguro que recibes amor!
    ¡La complicidad es una capacidad que me fascina!
    ¡Llenos están los recovecos de mi alma de afectos para dar a los que se acercan a mi con buena voluntad!
    Espero tener tiempo en mi andadura por este mundo de conciliar, amores y sueños, fe y esperanza, sensibilidad y humanidad, deseos y realidad, con la plenitud que se siente de los logros conseguido.
    ¡Será que siento el espíritu de la Navidad dentro de mi!
    He tenido a mi lado la mejor maestra y yo he pretendido aprender de ella.
    Siempre recordaré sus enseñanzas, nunca le escuché ninguna queja, creció como persona hasta conseguir las más difíciles metas, se puede ser feliz con poco porque la felicidad está dentro de ti, el amor es lo mas hermoso que existe pues te transforma el alma.
    ¡Si pudiera volver atrás en el tiempo elegiría,ser maestra!
    ¡Que estas Navidades estén para todos llenos de sorpresas!
    ¡Felicidades!

    • Querida Loly:
      Tu trayectoria de maestra es ejemplar.
      Has puesto el alma en cada palabra y en cada acción.
      No me cabe la menor duda de que tus alumnos y alumnas recordarán agradecidos (y agradecidas) todo los que les diste.
      Ya ves que un maestro es un ser que está entre dos discípulos, entre el discípulo que fue y los discípulos que ha tenido.
      Tú lo muestras claramente en tu comentario.Cuentas emocionada lo que aprendiste de tu gran maestra y manifiestas tu convicción de que volverías a elegir esta profesión salvadora si tuvieras que volver a elegir.
      Gracias, amiga.
      Besos.
      MÁS

  7. Buenas tardes, Miguel Ángel.
    Por lo que he escuchado estos días, el profesorado jubilado de Almoradí no olvidará nunca la tarde-noche del 29 de noviembre, víspera de San Andrés. Tus palabras sentidas y emocionadas hacia ellos y hacia ellas, y el homenaje que les tributó su Ayuntamiento tardará mucho en alejarse de sus memorias. Allí estaban pacientes esperando ese necesario reconocimiento tan exquisitamente preparado y en el que tanto cariño habíamos puesto su alumnado, todo Almoradí, representado en su alcaldesa y su concejala de educación. Agradecimiento sentido y emocionado reflejado en el brillo de sus ojos al recoger su flor, su pergamino y un afectuoso abrazo de alcaldesa y concejala. Se paró el tiempo para que la vida les regalara eso: tiempo. El suyo, el necesario para escuchar su nombre en una larga lista, levantarse de su butaca y subir al escenario del Auditorio y recoger el reconocimiento otorgado. Andar pausado, dificultoso a veces como bien relatas, y largo, detenido, como andando entre recuerdos de lo que fue su etapa docente repleta de vivencias, enseñanzas, aprendizajes, risas, cuentos, relatos, cuentas, redacciones y anécdotas. Miles de alumnos y alumnas de Almoradí en su larga vida como docente les acompañaban en ese recorrido. Y no los llevaban a sus espaldas sino de su mano. Yo fuí una de ellas. Allí tenía a varias de mis maestras, a varios de mis maestros, que me abrazaron emocionadas y emocionados al escuchar sus nombres. Cuando decimos que han dedicado su vida a enseñar es literal. Y lo siguen haciendo en cada paso, en cada encuentro, en cada mirada y en cada palabra. Les debemos lo que somos como pueblo y les necesitamos para seguir avanzando. Sólo así podremos agradecer su entrega y su pasión: siguiendo su ejemplo.
    El día 29 de noviembre, Almoradí homenajeó a sus docentes. Encontraron un motivo para la alegría y para recordar la auténtica esencia de su trabajo que ojalá sigamos teniendo presente todos los docentes y todas las docentes del mundo, incluso los y las que se inician en esta maravillosa profesión: la dedicación en cuerpo y en alma a esta noble tarea que es además una obra de misericordia para los católicos: enseñar a quien no sabe.
    Muchísimas gracias, Miguel Ángel, por tu escrito que llevaré siempre en mi corazón. Leer el cariño que rezuma por Almoradí y por mi familia me ha emocionado. Soy una Miralles, nieta de maestra, hija de maestro, sobrina de maestros y maestras, hermana de maestros y maestras, prima de maestros y maestras y madre de un futuro maestro y de una futura maestra. Una larga saga que se inició con la pequeña Margarita, luego llamada Doña Margarita, y después Yaya Margarita. Nacida en el año 1.910, el mismo año que Miguel Hernández, y dedicada en alma a su profesión que inspiró a toda su familia.
    Desde estas líneas, mi recuerdo a ella y a muchas y muchos como ella que sembraron esa semilla de vocación en tantos y en tantas.
    Gracias, maestra!!
    Gracias, maestro!!
    Susana Miralles,
    Maestra y Concejala de Educación del Ayuntamiento de Almoradí

    • Querida Susana:
      Al final entró tu comentario 4 o 5 veces. He dejado una sola, claro está, ya que era el mismo.
      Las gracias te las debo brindar yo a ti por la invitación que hiciste.
      Y, demás, la enhorabuena por la iniciativa y por la pasión que pusiste en que todo saliera como salió.
      La sociedad, a través del Ayuntamiento, rindió un justo y emotivo homenaje a sus maestros y maestras. Como debe ser.
      Admirables ejemplo de vuestra familia docente.
      Besos y gracias.
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  8. Por aquí ando, pero solo para que Miguel Ángel no me ponga una falta. No quiero comentar nada porque llevo todos estos últimos días enfurruñado, leyendo y escuchando todas estas típicas opiniones ya muy habituales después de unas votaciones.

    Estoy enfurruñado no porque no acepte el resultado de las urnas, sino por el asombro y la tristeza que me producen.

    En Galicia, bueno, Galicia es como es, vamos despacio. Pero Andalucía …

    Juan Carlos dice que lee los programas de los partidos para elegir. ¿De dónde sacaste eso, Juan Carlos?, eso es antiguo, y parece ser que no vale para nada, no es relevante ni para quienes lo elaboran ni para quienes votan. O eso tengo entendido.

    De una cosa me alegro. Que hayan dado un empujón de euforia a Antonio y nos lo hayan devuelto al barrio. (Me alegro de que siga entre nosotros, y con fuerza. Permítame que le trate de usted. No soy nadie que deba preguntarme por ausencias, cada uno tiene el motivo que tenga para aparecer o no, pero, como la suya era prolongada, me daba miedo hasta preguntar pues me temía una mala noticia).

    Nos decía Miguel Ángel que a la escuela hay que ir alegre. Sí, la actitud es importante en todo y en cualquier lugar. Por eso, como la tristeza existe, es conveniente salir llorado de casa. Y esto mismo ya nos lo recordaba una política sobre la política. Es lo que solemos decirle al de enfrente cuando a nosotros las cosa nos van bien.

    Un saludo a todo el barrio, en especial, dado el tema de la semana, a todas y todos los docentes, jubilados o no, y futuros docentes. Un abrazo para ti, Miguel Ángel. Y otro para usted, Don Antonio. Me da la vida, me espolea, me refuerza y me hace esforzarme en argumentar mejor mis convicciones para rebatirle (aunque no responda). Gracias. Hace bueno el dicho de nuestro anfitrión para que en el barrio se piense más. Lástima que a la hora de votar no lo hagamos (me refiero al pensar).

    Perdón, dije que no iba a opinar, pero lo hice sin pensar. Ya veis que somos, ante todo , contradictorios.

    • Muchas gracias por sus amables palabras, don José Antonio.

      Parafraseando a Luther King, lo malo que sucede en el mundo no es solo culpa de las malas acciones de los hombres malvados, sino también del silencio de los hombres buenos. No me considero una persona especialmente luchadora, y a veces es muy fuerte la tentación de dejar de remar contra corriente, y acogerse al confort del silencio:

      Qué descansada vida
      la del que huye del mundanal ruïdo
      y sigue la escondida
      senda por donde han ido
      los pocos sabios que en el mundo han sido

      Sin embargo, me queda un cosquilleo de un remoto “sentido del deber” que me impele a no dejar que se escuchen solamente las “verdades equivocadas”, sino que se oigan también la “verdades verdaderas”.

      Notas:
      1. Donde digo “hombres malvados” quiero decir “personas que piensan de manera equivocada”, aunque les supongo buena fe. Donde digo “hombres buenos” quiero decir “personas que piensan de manera correcta”. Todo ello, claro está, desde mi personal punto de vista.
      2. Donde digo “verdades equivocadas” y “verdades verdaderas” lo hago también desde mi opinión personal.

      Un saludo muy cordial y que disfrute usted y todos los contertulios del Adarve de las próximas fiestas (a la manera religiosa o laica, como sea más del gusto de cada cual).

      • Ahora que lo pienso, ya tenemos a don Quintiliano… ¿Vamos a añadir también don Antonio y don José Antonio? ¿No serán demasiados dones? ¿Por qué no lo dejamos en Antonio y José Antonio y seguimos tuteándonos? Fíjate que al Gran Jefe todos lo llamamos Miguel Ángel y lo tuteamos…, claro que él siempre será MAS 😉

        Más saludos

    • Querido José Antonio:
      Pues claro que te pondré falta si no asistes a esta cena de lectores y autores que es el blog.
      A mí todavía no se me ha pasado el enfurruñamiento de las selecciones.
      Resultados que obligan a pensar.
      Me cuesta pensar cómo hay votantes que suscriben algunos postulado, algunas propuestas, algunas promesas…
      Eso es la democracia. Tratar de comprender a quien piensa de forma diferente. Y respetar a esas personas, aunque consideres que lo que piensa y lo que proponen no es respetable.
      Un cordial saludo.
      MÁS

    • José Antonio.

      Me he leído todos los programas, desde la primera a la última palabra, no lo dudes…. 🙂 🙂 Vamos que no tenía otra cosa mejor que hacer… 😉

      Cuanto más pienso a la hora de votar, más complicado lo tengo… entre abrir ventanas y que pase el aire y que vengan otros que peor lo harán, dificil decisión… Vivimos una situación política ambidiestra, y cuando la lateralidad se define con claridad, da miedo, tanto si el predominio es de uno u otro hemisferio….

      Un abrazo.

      • Querido Juan Carlos:
        Creo que así se debe hacer.
        El deber democrático no es solo votar sino votar de forma fundada. Es decir, que es necesario conocer los programas electorales.
        Yo obligaría a celebrar debates electorales. No me gustan los mítines. Ni el tono ni el contenido pretenden argumentar sino conmocionar. Solo sirven para quienes ya están convencidos. Los debates son otra cosa. Permiten exponer, rebatir, debatir, contrastar…
        Ya sé que no todo lo que se promete se hace luego. Ya sé que un cosa son las palabras y otras los hechos. Pero no hay que votar a la ligera.
        Gracias por decirnos que lo haces así, con responsabilidad y rigor.
        Saludos.
        MÁS

  9. Gracias Maestro por tanta sabiduría. Gratitud a los lectores y colaboradores del Blog. Me gustaría compartir tantas vivencias pasadas en las aulas como docente y estudiante.

    • Querida Teresa:
      Sería estupendo que compartieses esas experiencias a través de este blog. He contado alguna vez una leyenda persona que dice que los dioses, al comienzo de los tiempos, repartieron la verdad dando a cada persona un trozo. Para reconstruirla hace falta poner el trozo de cada uno.
      Yo te invito a que pongas el tuyo aquí. Verdad y comunicación serían las dos caras de la misma moneda.
      Besos y gracias por tus palabras.
      MÁS

  10. Dado que los artículos referidos al estudio del desarrollo emocional de la infancia y adolescencia a través de sus dibujos, y que publico cada cierto tiempo en diarios digitales de Andalucía, pueden interesar a quienes siguen El Adarve, adjunto el enlace del último en el que abordo el estudio de las familias que tienen mascotas y cómo los escolares expresan sus relaciones con los animales domésticos que hay en sus casas.

    http://www.montilladigital.com/2018/12/aureliano-sainz-mascotas-en-la-familia.html

    Un cordial saludo a todos los que aman a los animales.

    • Querido Aureliano:
      ¡Qué gracia!
      Acabo de llevar a Maluca a la veterinaria para desparasitarla, cortarle las uñas y limpiarle los dientes. Me siento ante el ordenador y me encuentro con tu artículo sobre las mascotas de la familia. Increíble.
      Muy sugerente.
      Te lo he agradecido por partida doble.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  11. Saludos cordiales
    Estimado Dr
    La cultura del envejecimiento debería ser una prioridad. La edad avanzada, no tiene que ver con un término de una vida, que no es tan mecánica la evaluación. Quizá es un inicio, así empiezan muchas películas, de un fin hay un inicio y no un final. Los docentes con testimonios de éxito, en sus años de experiencia, son reconocidos, eso dice el artículo de los docentes jubilados de Almoradí es digno de comentar. Ahora forman parte del rumbo presente y del futuro. Así también, dentro de mi paso por el magisterio he encontrado colegas de edad avanzada que les inquieta su futuro al dejar su espacio laboral por razones que van desde la participación activa con la sociedad, o la seguridad económica. Sin duda, hay avances, pero también hay retos que implican otras respuestas institucionales y sociales para apoyar la calidad de vida y disminuir la tensión, en en el grupo de colegas que se acercan a este futuro y les inquieta. Y estas intranquilidades en este sentido no son exclusivas del mundo académico. Pero también, se encuentra la buena noticia de que la sensibilización y concientización de que el adulto mayor se está edificando. Gracias Dr y no queda más que felicitar a quienes tocaron nuestras vidas, y que hoy pertenecen a esos estupendos maestros, que todos hemos sido alumnos alguna vez.. Gracias Dr. Santos Guerra, por el presente artículo porque me ha dejado con emociones y con mucho en que pensar.

    • Querida Lourdes:
      Muchas gracias por tu interesante comentario.
      Hay que preocuparse y ocuparse de este momento de la vida laboral de los docentes.
      – Creo que la jubilación debería ser un derecho y no una obligación.
      – La sociedad debería mostrar un claro agradecimiento a quienes han dedicado su vida a la enseñanza.
      – Los jubilados y jubiladas tienen que organizar su nueva etapa para que siga siendo un etapa fecunda.
      Me gusta tu expresión “felicitar a quienes tocaron nuestras vidas”. Eso es lo que ha pretendido ser el artículo de esta semana.
      Besos desde España hasta México.
      MÁS

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