Buen profesional, profesional bueno

18 Nov

He participado hace unos días en las dos sedes que tiene en Chile la Universidad Mayor (Temuco y Santiago) en un interesante Proyecto que lleva por título “Buen profesional, profesional bueno”. La idea que ha inspirado la experiencia es que, además de la formación técnica, los profesionales necesitan una formación psicológica y moral. Y, aunque yo les decía que, para mí, no hay buen profesional sin la parte relacionada con el saber ser, consideraba un acierto hacer patente en ese juego de palabras una carencia que lastra la concepción y la formación de los profesionales en la Universidad.

La expresión que sintetiza el proyecto (buen profesional, profesional bueno) me ha llevado a pensar en la curiosa modificación semántica que, en ocasiones, encierra el lugar de colocación del adjetivo (antes o después del sustantivo). En efecto, a veces, esa colocación pone el énfasis en un significado muy diferente al otro. No es igual decir “un griego desnudo” que “un desnudo griego”.

¿Qué profesionales entrega la institución universitaria a la sociedad? ¿Son competentes en sus ámbitos científicos? ¿Tienen las destrezas necesarias para realizar el trabajo? Pero, por otra parte, ¿son capaces de actuar con un compromiso ético para una sociedad mejor? ¿Saben trabajar en equipo? ¿Manifiestan respeto, solidaridad y compasión hacia sus semejantes? ¿Tienen cercanía emocional con quienes se relacionan? ¿Ponen el saber y el saber hacer al servicio de las personas?

Alguna vez he dicho que fueron médicos muy bien formados, ingenieros muy bien preparados y enfermeras muy capacitadas en su oficio, los profesionales que diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra mundial ¿Sabían mucho? Sí. Se han hecho estudios de lo bien que ventilaban los hornos crematorios. Pero sus víctimas no se alegraron de lo que habían aprendido. Eran buenos profesionales, pero no profesionales buenos.

Creo que se trata de una buen planteamiento. Porque permite visualizar una parcela de la formación que frecuentemente se olvida o se minusvalora.

Algunos profesionales que realizan su trabajo en la política, la medicina, el derecho, la enseñanza, el comercio, el periodismo, la arquitectura, la ingeniería, la enfermería, las humanidades, el arte, las ciencias, la milicia… dejan mucho que desear en todo lo relativo a la ética. ¿Están bien formados? A mi juicio, no, aunque hagan casas hermosas, sepan operar a corazón abierto, dirijan bien un periódico o impartan bien una clase…

Recuerdo que, hace unos años, en un curso que mi amigo médico Daniel Prados y yo impartíamos a tutores de medicina de familia, una cirujana cardiovascular habló del comportamiento de un MIR (Médico Interno Residente, cirujano cardiovascular en formación) de tercero que, cuando trabajaba en un Hospital, recibió una llamada urgente de una habitación porque un paciente estaba en situación emergencia. El MIR llamó a su tutor para decirle lo que estaba sucediendo y para pedirle que fuera él a atender al paciente porque él estaba terminando de ver una película. La doctora me explicaba que no se podían aceptar esas actitudes, que la evaluación de esa práctica profesional no sería positiva.

Siguiendo las líneas maestras del Proyecto de la UM en todas las carreras se trabaja la dimensión relacionada con el saber ser: cercanía emocional, integridad moral, trabajo colegiado, relaciones asentadas en la dignidad, tenacidad en situaciones adversas, espíritu emprendedor, perseverancia en el esfuerzo… Sobre las competencias relacionadas con esta dimensión se organizaron en ambas sedes talleres conducentes al desarrollo del Proyecto.

Por todas las instalaciones de la Universidad aparecen pensamientos que subrayan, recuerdan, remiten al Proyecto: “La identidad de una persona consiste en la coherencia entre lo que es y lo que piensa” (Charles Sanders Pierce), “La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos” (Mahatma Gandhi), “La tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos” (Proverbio indio), “Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte pero, sobre todo, tenacidad” (James Baldwin), “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad. Y ojalá no tuviera la necesidad de soñarlas” (Martin Luther King), “Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad” (Séneca), “El genio comienza las granes obras, pero solo el trabajo las acaba” (Joseph Joubert), “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” (Nelson Mandela)… Con esos mismos pensamientos han confeccionado una hermosa colección de marcapáginas.

Una de las parcelas que trabajé con los profesores de una y otra sede fue la evaluación de las dimensiones relacionadas con el saber ser. Evaluación que exige la utilización de métodos sensibles para captar la complejidad, de métodos variados, adaptados al contexto, interactivos (unos remiten a otros) y de profundidad progresiva. No se puede evaluar fenómenos complejos con instrumentos simples.

Celebré dos sesiones (inicio y clausura) con el equipo responsable. Les recordaba que una institución que alberga este tipo de Proyectos tiene que instaurar un clima moral y sus profesionales deben ser un ejemplo vivo del profesional que se desea formar. No hay forma más bella y más eficaz de autoridad que el ejemplo.

Les decía también que es preciso escribir sobre tareas formativas. El pensamiento caótico y errático que existe sobre las prácticas, cuando se somete a la escritura, es preciso estructurarlo, organizarlo y pasar de unos puntos a otros a través de la argumentación.

Es necesario también, les decía, establecer conexiones potentes con los egresados de cada especialidad y analizar las carencias que, a su juicio, una vez vivido el encuentro con la práctica laboral, se produjeron en la formación. Resulta sorprendente que cuando se pretende algo no haya más rigor en la comprobación del logro y en la explicación de los éxitos y los fracasos.

Cuando los docentes se disponen a mejorar la formación casi siempre se separan de los alumnos y de las alumnas, reflexionan y deciden qué es lo que van a modificar para transformar los procesos formativos. Pero pocas veces se realizan esas reflexiones de forma compartida, pocas veces se reúnen profesores y alumnos para ver qué es lo que hay que hacer.

Les aconsejé también que pusieran en marcha procesos de investigación-acción sobre la tarea de la formación. A partir de preguntas, se explora y se comprende lo que sucede con el fin de tomar decisiones que permitan mejorar la racionalidad y la justicia de la enseñanza.

En el Informe escrito que les envié, una vez finalizada la experiencia, les insté a formar en la UM no a los mejores del mundo sino a los mejores para el mundo. No sólo buenos profesionales, también profesionales buenos. Personas capaces de construir un mundo mejor.

34 respuestas a «Buen profesional, profesional bueno»

  1. Lectores y lectoras de El Adarve:
    Tema capital, a mi juicio, el de esta semana. Si se aprenden muchas cosas intelectuales, técnicas, de cada profesión pero se utilizan contra el prójimo, no es que no hayamos avanzado mucho, es que hemos retrocedido. Tendremos un mundo peor. Buenos técnicos, pero malas personas. Un nefasto problema. Por eso me ha parecido precioso el Proyecto de la Universidad Mayor.
    Saludos y gracias.

    • Estimada Dolores:
      Creo que es una iniciativa muy importante. Frecuentemente, en la Universidad, se pone el foco en el área del conocimiento y de la técnica, pero no se suele hacer hincapié en las dimensiones racionadas con el saber.
      – Un motivo es que no existe mucha tradición al respecto.
      – Otra, que es muy complicado afrontar esas exigencias por su infalibilidad.
      – No hay conciencia sobre la importancia de esas cuestiones.
      – No hay formación específica en los profesores/as sobre esas cuestiones.
      Gracias por leer este artículo y por ofrecernos a todos tu opinión.
      Besos.
      MAS

  2. Apreciado MAS:

    Interesante tema el que planteas esta semana: ¿Hay que ser buena persona para ser un buen profesional? A primera vista, parece que sí. En el ámbito de la enseñanza, sin ninguna duda. No es posible ser al mismo tiempo buen maestro y mala persona. La clave está en el carácter ejemplar de nuestra profesión: somos un espejo vivo donde se miran nuestros alumnos.

    Si fuéramos siempre conscientes de la influencia potencial que tiene el más mínimo de nuestros actos, la más descuidada de nuestras palabras, probablemente nos sobrevendría una especie de “pánico escénico”. Cuántas veces me habrá pasado encontrarme con un antiguo alumno o alumna, al que a duras penas recuerdo, que me dice algo así como: “Nunca olvidaré aquella vez que usted nos dijo…” y a continuación suelta una expresión que yo no recuerdo ni remotamente haber dicho nunca (¡?). Muy pocas profesiones como la enseñanza tienen tanta exigencia ética, pues pocas gozan de tal influencia sobre personas que están en el proceso de construir su carácter y su visión del mundo.

    Sin embargo, no en todas las profesiones se plantea de la misma manera esta exigencia. Singularmente en el ámbito de la expresión artística o, incluso, de la investigación científica se da la paradoja de que abundan los genios cuya bonhomía sería, al menos, discutible. Muchos genios de la Antigüedad como Platón o Aristóteles eran acreditados misóginos. La pobre Jantipa, mujer de Sócrates, aparece en los diálogos de Platón como una arpía, una bruja que no cesaba de atosigar a su pobre marido. Para Aristóteles, la mujer era un ser tan inferior que ni siquiera merecía la misma cantidad de comida que el hombre. Tampoco andamos escasos de genios declaradamente pedófilos: desde el emperador Adriano a Flaubert, Chaplin o Polanski; avaros y vengativos como Picasso; elitistas y soberbios como Virginia Wolf o James Cameron; envidiosos y rencorosos como Isaac Newton y Thomas A. Edison… y así podría seguir hasta el infinito y más allá. He dejado para el final a mi admirado Jorge Luis Borges, un auténtico genio ante cuya obra uno se queda absorto, como ante la presencia de una mente superior… y, sin embargo, en opinión de la mayoría de los que lo conocieron y trataron, era tan genial como mala persona.

    Todos los nombres que he citado, junto con la enorme cantidad que me dejo en el tintero, a pesar de no ser “profesionales buenos” fueron excelentes profesionales, cuyas obras dejaron una profunda huella en la historia de la humanidad. Parafraseando a Oscar Wilde, “hay dos clases de artistas: los que tienen una vida excelente y una obra miserable y los que tienen una obra excelente y una vida miserable”.

    Hay, además de la docente, al menos otra profesión que debería ser éticamente ejemplar. Me refiero a la llamada “clase política”. En este caso, no solo la ética en su actuación pública, sino incluso en la personal o privada me parece fundamental. Un político que engaña a su pareja, por ejemplo, ¿tendría algún escrúpulo en engañar a sus votantes? Un político que consume drogas, ¿tomaría “decisiones de cocaína” en asuntos de interés común? En fin, ahí dejo esos apuntes cogidos con chinchetas por si alguien tiene a bien echarles una pensadita.

    Buenas noches a todas las personas físicas y jurídicas.

  3. En un mundo perfecto, así debería ser, un excelente docente y un docente excelente (circunscribiéndonos sólo a nuestro gremío). En el resto de oficios, con bueno quizás sería suficiente, incluso en profesional malo, también. En ese sentido se manifiesta Antonio del Pozo.

    La realidad no es así, el mundo es imperfecto (¡quizás sea mejor así…! ¿quién sabe…?). Y en este mundo de imperfecciones hay que tratar de caminar en esas direcciones, a la excelencia, aunque no lleguemos nunca a su fin.

    Está claro que cometemos contínuamente aciértos y errores en nuestro desempeño profesional. Por ello hay que tratar de que los aciertos pesen más en la balanza que los errores. Y poco a poco hay que tratar de limar esos desatinos.

    Un excelente docente no sólo es aquel que domina la ciencia, sino que, además, sabe transmitirla a su alumnado. El buen docente es aquel que utiliza los métodos más apropiados para sus alumnos aprendan. A veces, nos encontramos con profesores muy capacitados teóricamente y sin embargo no saben motivar a su alumnado para que aprendan lo mejor posible.

    Y, por supuesto, un docente excelente, también es fundamental. En la actualidad, donde lo emocional es imprescindible para que el alumnado aprenda, es necesario que el docente sea sensible a múltiples circunstancias que rodean el proceso de enseñanza y aprendizaje. Un maestro excelente tiene el camino limpio de piedras para poder caminar en la buena dirección.

    Un abrazo para los más allegados y saludos para todos los demás.

    • Estimado Antonio:
      Creo que TODAS las profesiones (quizás unas más que otras), exigen un comportamiento ético. Un investigador puede poner su trabajo al servicio del poder o al servicio de la destrucción, un artista puede comerciar fraudulentamente con sus obras, un filósofo puede poner la creatividad de su pensamiento al servicio del mal… Yo no digo que no pueda pintar un cuadro excelente un asesino o un torturador, pero creo que su forma de ser y de estar en el mundo pueden ser morales o inmorales.
      Una cuestión de un gran calado, según creo, para la formación de profesionales.
      Un cordial saludo.
      Y gracias por tu participación.
      MAS

      • No quisiera haber dado la impresión de que el compromiso ético no sea exigible absolutamente a TODOS los seres humanos, independientemente de su profesión. Lo único que pretendía es resaltar que en unas profesiones es absolutamente imprescindible, de tal manera que es impensable que se pueda ser un buen profesional sin ser, al mismo tiempo, una buena persona.

        El hecho de ser profesionales sublimes, el alcanzar la categoría de genios en su actividad pública no mejora en absoluto la (mala) catadura moral de los personajes que he citado y de muchos más que me he dejado en el tintero, por no ser prolijo.

        Incluso en el terreno docente, he tenido el privilegio de haber tenido algunos profesores que, sin ser buenas personas, eran auténticos sabios de los que se podía aprender muchísimo. Pero claro, esto era en la Universidad y ocurría hace cuarenta años. En primaria y secundaria no parece posible ser un buen profesor sin ser al mismo tiempo un profesor bueno.

        Saludos éticos y benevolentes para todos

    • Querido Juan Carlos:

      Por la confianza que me da el verte por el barrio todas las semanas, me atrevo a pensar que eres un maestro excelente, estoy seguro.

      De lo que no estoy tan seguro es que te encuentres tu camino limpio de piedras. Creo que te encontrarás las mismas que los demás, solo que tú sabrás escalarlas si son grandes, apartarlas si son pequeñas, o simplemente esquivarlas si eso te permite seguir en esa buena dirección que llevas.

      Me doy por aludido, te considero y me considero allegado, y te mando otro desde una bonita mañana coruñesa.

      (Miguel Ángel, sabes que alguna vez te tengo comentado que me quedo enganchado o atascado o rumiando temas de anteriores semanas, no desconecto facilmente. Con ellos estoy, sobre todo con el adoctrinamiento. Puede que escriba algo de lo que pienso o puede que no. Solo quiero darte las gracias por lo que me enseñas y por activar mi reflexión. No sé si cara al exterior valdrá para algo, pero a mí me vale. Gracias.)

      • José Antonio.

        Trato de hacer mi trabajo lo mejor posible. No cabe duda que con grandes lagunas que trato de ir secando, entre otras formas leyendo a Miguel Ángel y comentarios muy interesantes como los que aparecen como réplicas, como pueden ser los tuyos (a veces prefiero leeros que contestar, pero mi ego, supongo, me incita a participar…)

        Efectivamente, encuentro piedras, peñónes (como dicen en mi pueblo) y muros… Pero, algo habrá cuando por las mañanas los niños que ven rien o ponen un semblante sin aristas… especialmente a los que le doy Educación física (la materia invita a ello, aunque hay también colegas que no saben aprovecharse de la motivación intrínseca del área y la hacen odiosa entre sus alumnos). También imparto lengua y mates… Aquí alegrar las caras es más dificil, pero se intenta…

        En ocasiones Miguel Ángel ha comentado lo que tiene que ser para un docente ir al colegio, instituto, universidad,… con miedo a lo que le espera… Y peor para el alumnado cuando teme también al profesor/a. Al profesor que no le guste su profesión (esos mercenarios a los alude Miguel Ángel) no encontrarán piedras sino montañas…

        Y finalmente, date por abrazado, tú eres uno de los allegados… La jornada también se presenta muy bonita por tierras jiennnenses, imagino que en el Rincón ha de ser un día de lujo…

      • Querido José Antonio:
        Aunque tu comentario va dirigido a Juan Carlos, como también te diriges mí en un paréntesis, quiero decirte que siempre serán bienvenidos los comentarios sobre temas que ya fueron objeto de análisis en semanas anteriores.
        No es que baste una semana para abordarlos. No es suficiente la vida entera. No me sorprende que la cuestión del adoctrinamiento (en oposición a la educación) te intrigue y te haga pensar.
        Será bienvenida tu aportación al respecto.
        Un abrazo.
        MAS

    • Querido Juan Carlos:
      Para mí, los componentes éticos son sustanciales, no añadidos a la concepción del buen profesional. Pero creo que es bueno hacer visible, hacer patente, ese otro componente que frecuentemente se olvida.
      En nuestra profesión es muy patente. Hay grandes matemáticos que generan odio al aprendizaje y maltratan psicológicamente a sus alumnos mientras enseñan.
      Pero creo que en todas las profesiones hay que contemplar el componente ético como parte de la excelencia
      Un abrazo.
      Buen domingo.
      Y, como siempre, gracias.
      MAS

  4. En ocasiones, suelo enviar por correo electrónico a los amigos y amigas algunos de los artículos que publico los domingos en los diarios digitales. Para ello me sirvo de una lista que ya tengo confeccionada, dado que no participo en las redes sociales, puesto que soy bastante celoso de la privacidad que se pierde en este mundo digitalizado.

    Miguel Ángel me ha respondido pidiéndome que volviera a incorporarme a los debates que se dan en el blog, ya que considera que tienen interés las aportaciones que yo realizo.

    Lo cierto es que ya me encontraba ubicado como lector de El Adarve, siguiendo los artículos y comentarios que se producen acerca de los contenidos del mismo.

    Sin embargo, se me hace muy difícil no responder a la invitación de un amigo; aunque, por otro lado, en estos tiempos me encuentro en una dinámica un tanto alejada de lo que se debate en el blog. Explicaré esto con los dos temas que tengo más cercanos.

    ***

    El próximo sábado, día 25, me desplazaré a mi tierra, Extremadura, para conmemorar el décimo aniversario de la creación de la Asociación para la Defensa del Patrimonio, de la que soy miembro fundador.

    En ese día, participaré junto a un buen amigo, el historiador británico Edward Cooper, con temas referidos al Patrimonio de este país. Por mi parte, abordaré el grave problema que ha surgido con las miles de inmatriculaciones que ha efectuado la Iglesia católica a partir de la reforma del artículo 206 de la Ley Hipotecaria de 1998 (que propició el gobierno de José María Azar) por el cual le daba potestad a los obispos de ser fedatarios e inscribir bienes público a nombre de las diócesis, sin hacer publicidad y abonando de 20 a 30 euros.

    Lo anterior ha llevado a que la Iglesia católica haya inmatriculado unos ¡40.000 bienes! en todo el país, cifra que hemos calculado, dado el secretismo de los mismas y antes de que la citada Ley se derogara en el 2015.

    De este modo, la Mezquita de Córdoba, la Giralda y la catedral de Sevilla, la catedral de Málaga, la Seo de Zaragoza… iglesias, ermitas, cementerios, plazas, ¡castillos!, terrenos… y un largo etcétera han pasado a pertenecer a las diócesis y, en consecuencia, al Vaticano, como centro de la Iglesia católica.

    ***

    A comienzos de diciembre, el día 13, en Córdoba celebramos el Día Internacional del Laicismo, como reivindicación y concienciación para que España se configure como un Estado verdaderamente laico.

    Participaré junto a Henri Peña, catedrático de Filosofía de la Escuela de Estudios Políticos de París, abordando “El laicismo en Europa” (título de la conferencia) con la finalidad de divulgar la necesidad de separación del Estado de las confesiones religiosas (cuestión que en nuestro país se hace muy difícil, dado que la Iglesia católica se niega a ceder los enormes privilegios que tiene en esta tierra).

    ***

    La semana pasada en El Adarve se abordó el tema del autoconcepto y, en relación a él, la autoestima. Por mi parte, quisiera indicar que desde hace tiempo vengo trabajando en el estudio del desarrollo de las emociones de los escolares a través del dibujo libre.

    Así, tiempo atrás, en los diarios digitales publiqué un artículo titulado “La formación de la autoestima”, en el que profundizaba en el origen y la evolución de la autoestima de los escolares partiendo de los dibujos que me habían realizado niños y niñas.

    Más reciente, es la investigación llevada con una profesora de un centro de Educación Primaria de Córdoba, en cuya clase de sexto curso le pedimos a los alumnos y alumnas que se dibujaran a sí mismos como si se miraran en el espejo.

    La finalizad era estudiar la autoimagen que se deducía de los dibujos y que está estrechamente relacionada con el autoconcepto y la autoestima. Ambos tres (autoconcepto, autoimagen y autoestima) podríamos decir que forman la identidad básica del individuo.

    Para quienes tuvieran interés en el tema, aporto los enlaces de los tres artículos que escribí acerca de las interpretaciones que llevé a cabo seleccionando un reducido grupo de dibujos. Los artículos tenían la denominación común de “¿Quién soy yo?”.

    http://www.montilladigital.com/2015/09/aureliano-sainz-quien-soy-yo-1.html

    http://www.montilladigital.com/2015/09/aureliano-sainz-quien-soy-yo-2.html

    http://www.montilladigital.com/2015/09/aureliano-sainz-quien-soy-yo-y-3.html

    ***

    Con lo anterior he querido responder a la petición de este buen amigo que es Miguel Ángel. Como a veces suele suceder, me alejo del tema central de la semana, por lo que espero no haberme puesto excesivamente pesado.

    Más adelante, intentaré intervenir en algunas ocasiones, pues, tal como he apuntado, las inquietudes que ahora me asisten se alejan de los debates del blog.

    Un cordial saludo a quienes participan en el mismo.

    • Querido Aureliano:
      Me has dado una alegría en este hermoso atardecer de otoño.
      No importan los temas.
      Todas las colaboraciones serán bienvenidas.
      Es lógico que no todos los temas sean del interés de todos los lectores.
      Los que tú estás trabajando en estas semanas a mi me resultan de gran interés.
      Leeré con atención los tres artículos sobre autoconcetp/autoimagen/autoestima.
      Estoy seguro de que, como formador de formadores, el tema de esta semana también te interpela a ti, que sé que no solo te ocupan y preocupan los contenidos de tus asignaturas.
      Un gan abrazo.
      Y gracias por aceptar la invitación.
      MAS

  5. Como se observa tan importante el impacto de un adjetivo puesto antes o después de un sustantivo, nos hace presente que la intenciones son importantes cuando desde nuestros discursos, en un proyecto, una charla o una conversación queremos hacer parte cual mas o cual menos a otros. Esto también nos lleva a ser conscientes de alguna forma que todos dirigimos intenciones a otros y que en la multimensionalidad de la formación del ser y del aprender a convivir, hay objetivos que son importantes. Estos nos llevan a contribuir no solo desde lo técnico y la competitividad que ello exige hoy en día, sino también cómo esos objetivos nos hacen mas generosos y menos egoístas en el hacer que nos compromete desde nuestras profesiones, nos relacionemos o no directamente con otros. Desde la profesión docente el sentido ético sin duda es relevante, pues se conecta con el sentido de lo humano.
    Gracias profesor por su reflexión
    Saludos desde el compartir este blogs

    • Querida Angélica:
      Sé de tu indispensable protagonismo en este proyecto por el que te felicito. Pusiste inteligencia y pasión en la tarea… Enhorabuena.
      Me ha alegrado mucho ver tu comentario en el blog. Creo que nadie mejor que quien pone en marcha un Proyecto con tanta ilusión puede valorar su potencia y su necesidad.
      Creo que no hay auténtica formación sin la dimensión ética. Sin ella solo habría instrucción. O,lo que es peor, adoctrinamiento.
      Muchos besos.
      Muchas gracias.
      MAS

  6. Me parece muy interesante ese proyecto de esa Universidad. Creo que debería extenderse a todas las Universidades. No solo importa la formación técnica. Importa la formación humana.
    Creo que es necesario hacer este planteamiento porque es fundamental ser buena persona y buen ciudadano, no solo un profesional bien formado en las dimensiones técnicas.
    Lo que se dice de los profesionales que hicieron las cámaras de gas me ha parecido muy aleccionador.
    Saludos todos los lectores.

    • Querida Dolores:
      Es de agradecer que alguien te lea. Y, sobre todo, que aporte. Exige un tiempo y una generosidad que no abundan. Muchas gracias.
      Parece que estamos en la misma onda. El problema es triple. Primero: hay que reconocer que esa cuestión es prioritaria. Segundo: hay que saber cómo se consigue esa pretensión. Porque no es fácil. Tercero: hay que saber cómo se sabes ese objetivo se ha alcanzado.
      Besos y gracias.
      MAS

  7. Estupendo artículo y poyecto. Gracias.
    En cierta ocasión, un antiguo alumno, que había terminado Teleco y que me estimaba, quizá en demasía me comentó que si él hubiera tenido en el Instituto un profesor de Lengua como yo, hubiera hecho Humanidades. Le contesté que en Ciencias está bien que haya muchos humanistas. Ahora pienso que el tema se complica, cuando en las Humanidades no florece la humanidad. Triste jardín.

    • Estimado modem:
      ¿Por qué en demasía?
      Seguro que era una admiración fundada.
      Muchas veces he pensado en la influencia que ejercemos en nuestros alumnos y alumnas. Influencia que, para bien o para mal, les marca la vida.
      Tuve una alumna de filosofía en bachillerato (querida Chis, ¿cómo está?) que no solo se hizo filósofa por la influencia de aquellas clases.Se hizo profesora de filosofía. Y ahí sigue.
      La pregunta o la preocupación que tienes también me asalta cuando pienso en las Humanidades. Buenos, en las Humanidades y en las Ciencias.
      Cuestión capital.
      Sí, a mí ese Proyecto me ha ayudado a pensar.
      Un abrazo.
      MAS
      PD: También te leo.

  8. Hola a todas las personas,

    UNO.- El día 1 de Noviembre de 2017, a las 13.44 horas, en el artículo de este mismo blog “CARTA ABIERTA A UN ANTIPEDAGOGO”, dije, entre otras palabras, literalmente lo que sigue, referente al artículo de esta semana:

    5.- ¿ES NECESARIA UNA CIENCIA DEL SABER ESTAR?. Entiendo por pedagogía el tratado de buenas maneras de cómo enseñar. El tratado de sensibilidad aplicado a la enseñanza. Pero Sr. mío, ese tratado ha de existir o existe en todas las actividades del ser humano. Acaso no serían aplicables los mismo parámetros que defiende la pedagogía, ahora en la aplicación de la medicina, o del comercio, o de la arquitectura, o en la construcción, o en los bomberos de mi pueblo. Acaso esa sensibilidad aplicada a la enseñanza no existe o ha de existir en el trato de los asistentes de un geriatríco, o de una cárcel de menores. O en los enfermeros de un hospital. O en el trato del arquitecto con el aparejador, y en el de ambos con los albañiles. O cuando voy a comprar el depredador de la araña roja que ataca a mis limoneros, con la chica algo corta de intelecto que me atiende.

    6.- PROGRESO Y CONOCIMIENTO. El ser humano tiende a ser más rico intelectualmente. Hoy nos puede resultar extraño a algunos -dígase Sr. Castillo, Sr. Del Pozo, o al mimo D. Quintiliano, entre otros muchos- que exista una ciencia que trata sobre la sensibilidad aplicada a la enseñaza. Este devenir evolutivo del ser humano, por más que nos cueste admitirlo hoy, llevará a que haya ciencias especializadas en la sensibilidad aplicada a cada actividad matriz del ser humano. Ejemplo, cada vez más especialidades médicas, o jurídicas, o del comercio, o de la agricultura. Y ésto va a más en términos progresivos, más en cada vez más corto período de tiempo. Buena muestra la cantidad de nuevos títulos universitarios que se han creado en el último siglo.

    DOS.- Dadas mis nociones adivinatorias sobre el futuro, recomiendo que saquen el número de la lotería de navidad acabado en 37. Siento no poder darles más precisión.

    Tengan buena noche.

    • Estimado Quintiliano:
      Creo que esa ciencia del saber de la que hablas es solo una parte de la pedagogía. Porque creo que la pedagogía es ciencia (¿?) aplicada que guía la enseñanza y la educación. Pero estoy de acuerdo no solo con tu idea sino con las palabras. que la expresan:ciencia del saber estar. Ya sé que el concepto de ciencia es muy discutible. Y que hay muchos tipos de ciencia.
      Cuando hablamos de ciencias de la educación no solo nos referimos a lo estrictamente didáctico.
      Al margen de las definiciones, está el problema de cómo se pone en acción esa ciencia que trata de enseñar el saber estar. Y el problema de la evaluación de esos quehaceres.
      Estoy muy de acuerdo con tu segunda cuestión. Las ciencias se extienden, se diversifican, se profundizan y se enriquecen sin cesar. Con una progresión exponencial, casi inalcanzable.
      Cuando vea brillar mi 37 en la terminación del décimo te escribiré para invitarte a celebrarlo. Y entonces me explicarás las claves de esa “ciencia adivinatoria”.
      Un cordial saludo.
      Y a ver si llueve y alivia las tareas del riego.
      MAS

  9. La idea me parece magnífica.Y hoy más que nunca. Porque hoy solo preocupa la técnica, la eficacia, los buenos resultados. Poner el foco en la dimensión ética y moral parece una necesidad apremiante.
    No es fácil hacerlo porque la demanda es muy pequeña. Y porque no es fácil trabajar y evaluar esas dimensiones.
    Por eso quiero felicitar a esa universidad chilena por la iniciativa que ha emprendido. Creo que son ejemplo para el resto de las universidades.
    Saludos y buen sábado (o domingo) de lluvia.

    • Querida María:
      Gracias por intervenir en el blog. Por leer primero y por escribir después.
      Añadiré algo: que es infrecuente que una Universidad se preocupe por estas cuestiones relacionadas con el saber ser y con el saber querer. Porque la Universidad suele estar centrada en los contenidos y las dimensiones técnicas dela formación. En el saber y en el saber ser.
      Cuando conocí el proyecto y me invitaron a participar agradecí la oportunidad de compartir algunas ideas, preocupaciones y propuestas sobre ese proyecto.
      Besos y gracias.
      MAS

  10. Es una idea magnífica. No conozco otras universidades en las que haya un proyecto similar.
    Lo bueno es que es un proyecto institucional, no una idea de uno o varios profesores aislados.
    También va a depender el éxito, imagino, del compromiso que tengan los profesores con el proyecto. Si es una iniciativa de la jerarquía y los profesores se mantienen de espaldas, se va a conseguir poco.
    Creo que es una idea envidiable. ¿La verán otras Universidades?

    • Querida María Teresa:
      El Proyecto ha nacido en una Vicerrectoría. Es, como dices, institucional. Las autoridades lo apoyan, lo sostienen y lo desarrollan.
      Es una gran ventaja porque se dispone de medios y porque desde arriba se puede coordinar mejor, extenderlo y profundizarlo mejor.
      Son importsantes, como les decía. las estrategias de implantación. Si los profesores entienden que se trata de órdenes que deben ejecutar, tendrá mucho menos calado.
      En la medida que sea más consensuado y más extendido tendrá más eficacia.
      Besos y gracias.
      MAS

  11. Buenos días a todo el mundo,

    UNO.- ¿OPCIÓN REAL DE LA VIDA, U OPCIÓN FICTICIA O BUENA?. Entiendo que el buen profesional de la enseñanza, tiene como principal objetivo preparar a su alumnado para la vida “real”. La vida real cuenta con negatividades. A los noticiarios me remito. La vida no es Rousseau, la vida es Hobbes, opino. Debido a que el alumnado a temprana edad toma como referencia más los gestos que ve que las palabras que oye, me pregunto. ¿Será un un profesional de la enseñanza ese maestro que lleva una aureola de santidad en todos sus actos, y que sus alumnos ven?. ¿No será una enseñanza incorrecta enseñar al niño solo la parte buena de la vida?. ¿No llevará ello a la creación de individuos débiles a la hora de enfrentarse a las veleidades reales del ser humano?.

    No así en el ejercicio de otras profesiones, dígase medicina, dígase trato con personas mayores que ya están viviendo sus últimos días de vida, dígase en el trato cotidiano del funcionario con las personas de todas las edades, dígase en general, en el resto de profesiones. Aquí, siempre debe primar el esfuerzo en hacer de la bondad la referencia a seguir, opino.

    DOS.- ¿Alguien no ha sacado aún el 37 por terminación en la lotería de Navidad 2017?. Ay que ver, eh, miren con lo digo con tiempo……

    Tengan un buen día.

    • Estimado Quintiliano:
      Efectivamente, hay que preparar para la vida. Y la vida tiene dificultades, a veces extremas. No prepara para la vida quien promete un paraíso que no existe.
      En Buenos Aires publiqué un libro hace años. :e titula: Una tarea contradictoria: educar para los valores y preparar para la vida.
      Allí hablo de este cuestión que planteas.
      Comparto contigo la idea de que hay que formar personas inteligentes que sepan analizar la realidad y personas fuertes que puedan hacer frente a ellas.
      Por supuesto que sí.
      Si hay 37 lo celebraremos. No del tuyo. Del mío.
      Saludos cordiales.
      MAS

  12. Me ha impresionado mucho esta entrada. Porque la considero fundamental. Creo que se hace énfasis solamente en la parte técnica de las profesiones, pero no en la parte moral.
    Las competencias relacionadas con el SABER SER apenas si figuran más allá de los papeles.
    Tiene dificultad hacer frente a estas exigencias en un mundo en el que prima la obsesión por la eficacia.
    Gracias por aportarnos esta perspectiva de la formación en una CASO CONCRETO, lo cual demuestra que si se está haciendo es que se puede hacer.
    Un abrazo.

    • Querida Sandra:
      El que sea complejo no quiere decir que sea imposible. Y, como es tan necesario, habría que ponerse a ello.
      Los momentos que vivimos lo hacen más necesario.
      Resulta imprescindible tener buenos profesionales y profesionales buenos.
      Todos hemos concedido políticos corruptos, médicos que no respetan a los pacientes y profesores que saben de su materia pero que convierten la relación docente en una tortura…
      Besos y gracias.
      MAS

  13. Tuve la suerte de participar en los talleres en Temuco, y fue una experiencia estupenda el conocerlo y haber podido compartir un día con quien ha inspirado muchas de mis prácticas evaluativas. Desde la perspectiva docente de educación superior, uno supone que va a encontrar a estudiantes con un maletín completo de herramientas personales, adquiridas en casa y en la educación escolar. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de las veces nos enfrentamos a jóvenes que parecen no enterarse que ya están en otra etapa de su proceso, y que ahora ya son futuros profesionales. Es en este caso cuando el docente a cargo tiene que decidir, si se desentiende, porque dice que no tienen hábitos, que no traen buena base, o que simplemente a él no le corresponde enseñar lo que debían aprender en el colegio; o bien , decide “seguir formando” a estos jóvenes, en todo lo necesario para su educación integral. En lo personal me quedo siempre con esta opción, porque creo que en este apuro por lograr los objetivos de aprendizaje, responder a las exigencias administrativas, y cumplir con las pruebas estandarizadas, a veces se pierde el verdadero norte de la educación. Formar futuros profesionales es una tremenda y maravillosa responsabilidad, que debe hacerse con un profundo amor social, que no puede ser solamente, un transmitir unos conocimientos a otro, sino un verdadero guía en todo lo que pueda entregar.

    Un abrazo profesor, un placer enorme haberlo conocido

    • Querida Lirayen:
      Me ha alegrado mucho recibir en el blog la aportación de una de las protagonistas de este hermoso proyecto. Esta sorprendido de que nadie de la UM se hubiera decidido a aportar su opinión a lo largo de la semana. Pero, bueno, eres una estupenda representación. Muchas gracias.
      Comparto contigo la preocupación por tantas excusas que, en ocasiones, planteamos para dejar de lado la tarea más importante de la formación. Formar a profesionales BUENOS es un compromiso ineludible. Sin ese compromiso, es difícil hacerlo bien. Con ese compromiso muy asentado hace falta pensar en el CÓMO SE HACE Y CÓMO SE EVALÙA LA ACCIÓN.
      MUCHAS GRACIAS POR TUS HERMOSAS PALABRAS.
      Un abrazo.
      MAS

  14. Apreciado Miguel, siento que cuando el Ser Humano logra entender cual es el motivo para estar en este mundo y junto con ese entendimiento se propone caminar de lado con la felicidad y la lucha por el bien común, seguramente podrá ser a cada paso que avanza un mejor Ser y un mejor profesional; Seguramente también en cada tropezón o en cada caída, al levantarse podrá entender que la única razón de nuestra vida es luchar por la felicidad nuestra, la de los seres que amamos y la de nuestros semejantes.
    Ello por supuesto garantizará que sea un buen profesional, profesional bueno y cada esfuerzo, proyecto, emprendimiento que se forje como objetivo formar mejores Humanos, humanos profesionales y buenos a la vez, seguramente garantizara que cada día podamos mejorar el entorno donde vivimos y el planeta que le dejamos a nuestros hijos.
    Como de costumbre Miguel Angel, muy buen articulo, como todo lo que haces, dices, enseñas y escribes, fruto de un buen profesional, un profesional bueno!

    • Querido Javier:
      En esta tarde domingo permanecemos unidos a través del correo y del blog.
      Ya veo que has hecho la tarea recomendada con rapidez y eficacia.
      Creo que es importante la visualización que el proyecto conlleva para el desarrollo de las competencias relacionadas con el SABER QUERER Y EL SABER SER.
      Es frecuente ver en las Universidades la obsesión de formar buenos profesionales, pero veo atrofiando la preocupación por la dimensión social y ´ética.
      Gracias por la lectura y por el estupendo comentario.
      Un abrazo.
      MAS

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