Evaluación verboicónica final

14 May

El proceso de diálogo incesante y diverso que es el desarrollo de una asignatura universitaria tiene una etapa inicial a la que me referí en el pasado artículo, fases intermedias que se van sucediendo en el quehacer cotidiano y una etapa de cierre o de balance al final sobre la que prometí escribir hoy.

Imagen de la experiencia de evaluación verboicónica de mi última clase, celebrada el 5 de mayo de 2015 en el master sobre Políticas y prácticas de innovación educativa.

En el proyecto de la asignatura que diseñaba con el grupo siempre incluíamos una sesión de trabajo a medio camino para ver cómo iban cumpliéndose las expectativas iniciales, tanto suyas como mías: contenidos, metodología, relaciones, prácticas, evaluación… Hacer ese alto resultaba necesario para tomar decisiones. Dejarlo solo para el final, imposibilitaba las rectificaciones sobre la marcha.

Al terminar el curso llegaba el momento de preguntarse: ¿qué ha pasado?, ¿qué hemos aprendido y qué no?, ¿cómo lo hemos pasado y por qué?, ¿qué podíamos haber hecho de otro modo?, ¿qué nos ha faltado?, ¿qué  nos ha sobrado?, ¿qué resultados hemos conseguido?, ¿se cumplido las mutuas expectativas?…

Solicitaba que escribiesen o dibujasen (por eso hablo de análisis verboicónico) lo que habían vivido, aprendido y sentido durante el curso, utilizando el encerado y, a veces, papel continuo que se fijaba a las paredes del aula.  También podían unir, subrayar, poner admiraciones o interrogaciones sobre lo que otros hubieran escrito antes, pero no podían borrar o tachar lo que otro hubiera expresado previamente.  Podían salir una, dos, tres veces… para ir expresando y completando sus ideas y sentimientos. Yo también dibujaba  o escribía cuantas veces deseaba.

Esta primera parte se hacía en silencio y duraba el tiempo que necesitase el grupo para manifestar sus impresiones. Pasado ese tiempo, se interrumpía la fase de manifestaciones escritas y de dibujos.

Procuraba que pudiesen salir varios a la vez para que no se viera quién escribía o dibujaba qué, de modo que la libertad fuese mayor. Nunca he ignorado el temor  que pueden sentir los alumnos y alumnas (por mucho que insistiese en que podían expresarse libremente) a manifestarse críticamente ante la persona que tiene el poder de la calificación o, por el contrario, a manifestar gratitud y elogios al profesor ante compañeros y compañeras displicentes. (“¿Te gusta hacer la pelota?”, pueden decir).

Siempre me ha llamado la atención la enorme creatividad  de los alumnos y alumnas para expresarse de forma espontánea y concatenada. Porque el ingenio se retroalimenta.

Luego había una segunda fase, consistente en interpretar y analizar lo que no se entendía. Y la estimulación en cadena  que supone  convertir el ejercicio en una actividad colectiva.

–    No entiendo lo que ha querido decir el autor de ese dibujo o de esa frase o de ese signo de admiración…

–    ¿Alguien me puede explicar lo que significa la flecha que se ha añadido al texto que escribí en tal parte?

–    ¿Puedo aclarar lo que quise decir con el dibujo de la bombilla?…

Al fotografiar el resultado de todos los añadidos se tenía la radiografía de la evaluación que hacíamos de la experiencia. Conservo documentos de esas evaluaciones que permitían diagnosticar el estado de opinión y de emoción después de la experiencia vivida.

Finalmente venía la parte más interesante que era el diálogo suscitado, el análisis de lo expresado, las explicaciones, las sugerencias, los comentarios, las ilusiones compartidas.

He vivido emociones muy profundas a raíz de esas experiencias de diálogo realizadas al finalizar un curso.

Citaré, entre las miles que hubo y las muchas que recuerdo, solo tres frases que puedo repetir fielmente  de  memoria.

La primera se refiere a la intensa participación que habían tenido en el desarrollo de la asignatura: “Algunos se dedican a la enseñanza para sentirse importantes. Nosotros tenemos que agradecerte a ti que nos hayas hecho sentirnos importantes a nosotros”.

La segunda alude al uso frecuente que hago de historias, parábolas y metáforas: “Había una vez un profesor que, de tanto contar historias, terminó siendo el protagonista de nuestras historias”.

La tercera tiene que ver con el sentimiento de  gratitud, que aparecía con frecuencia: “Gracias por esta cena entre amigos que ha sido la asignatura. He aprendido mucho, he compartido y lo he pasado bien”.

Voy a referirme ahora a un hecho que, aunque se produjo hace años, sigue teniendo eco hasta el presente. Lo digo porque he recibido días atrás un nuevo y agradecido recordatorio anual de la carta que le envíe a los dos hijos (8 y 10 años) de una maestra que se emocionó al plasmar su opinión en el mural y que manifestó el motivo de sus lágrimas:

– Tengo sentimientos ambivalentes porque me da pena terminar el curso pero, al mismo tiempo, tengo la alegría de poder decirles a mis dos hijos, que me han reprochado que no esté con ellos a la hora del desayuno (la clase comenzaba a las 8 de la mañana),  que ya podré  acompañarles a partir de hoy.

En la carta les decía que tenían una mamá maravillosa y que había sentido no poder estar con ellos en el desayuno. Que, quizás, si su papá no hubiese estado con ellos porque se iba a montar en bicicleta, no se lo habrían reprochado. Y que, como eran niños cariñosos e inteligentes estaba seguro de quele iban a ayudar a mamá a seguir estudiando.

A los  pocos días recibí una carta de los niños en la que me daban las gracias por el consejo “que nos ha ayudado a pensar mucho a mucho a mi hermano y a mí”, decían.  Y me contaban que habían decidido ayudar a mamá a seguir estudiando, que si ella no podía estar con ellos en el desayuno no le iban a decir nada.

Sobre esta historia escribí un relato hace años que se titula “Mamá estudiante”, relato que está incluido en mi libro “La Pedagogía contra Frankenstein” (Editorial Graó).

El curso ya había terminado. Esas reflexiones hacían balance y servirían para orientar (por parte de ellos y mía) nuevas experiencias de aprendizaje.

Esa dinámica de diálogo rompe esa curiosa, nefasta y paradójica creencia de que es el profesor quien tiene interés en que los alumnos aprendan y los alumnos quienes se resisten a realizar aprendizajes.

¿No había observaciones negativas en aquellas evaluaciones verboicónicas? Claro que sí. Había quien demandaba más intervenciones mías, más teoría o más práctica, más trabajo cooperativo…

Creo que los docentes debemos estar abiertos a la crítica y ser críticos y exigentes con nosotros mismos, Solo así podremos mejorar. En el libro de Ken Bain que he citado otras veces en estos artículos, “Lo que hacen los mejores profesores universitarios”, se dice: “Estos excelentes profesores nunca atribuyen a sus alumnos las dificultades que encuentran en el aprendizaje”.

Al finalizar esa sesión les hacía entrega de un sencillo recuerdo, de un pequeño regalo. Unas veces fue un texto mío de este blog (Los adioses, por ejemplo) y otras algún relato o poema de un autor conocido (Viaje a Ítaca, de Kavafis, en alguna ocasión).

Como otra de mis obsesiones es la escritura, con estas impresiones escribía una carta de despedida a mis alumnos y alumnas, una carta en la que les  daba las gracias por lo vivido, les pedía disculpas por los errores y les deseaba suerte para el futuro.

37 respuestas a «Evaluación verboicónica final»

  1. La idea de la evaluación verboicónica me gusta. Voy a llevarla a la práctica con mis alumnos. No sólo es un buen instrumento de evaluación sino de tutoría.

    Si bien como instrumento de evaluación final, a modo de memoria, está bien concebido, sin embargo lo veo más útil dentro de la evalaución continua. Los errores y las críticas hay que solucionarlas cuanto antes. Dialogar durante el camino es mejor que en el adiós. De ahí que lo vea como un instrumento de tutoría de gran valor.

    Un abrazo.

    • Estimado Juan Carlos:
      Me alegra que las ideas te puedan servir para el aula.
      Claro que no solo se puede hacer esta técnica al final del curso. Puede utilizarse en cualquier fase con la ventaja de que puede ayudar a reflexionar y a cambiar cosas sobre la marcha.
      Me he hecho eco de esta técnica en el libro IDEAS EN ACCION. Ejercicios para la enseñanza y el desarrollo emocional (Editorial Homo Sapiens. Rosario. Argentina). Se trata de 70 ejercicios para realizar en el aula.
      Un abrazo y gracias por tu comentario madrugador.
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  2. Muy buenos dias a todas y todos.

    Estoy con el móvil en cama(dice Pablo que de gemelos, pues está con la Nintendo 3 DS), y voy a ser breve.

    Siempre que algo que me gusta y me interesa termina con un continuará, (¿os acordáis de las historias en los comics, por ejemplo?)me deja con unas ganas tremendas de que pase el tiempo, ganas de más, fantaseo continuaciones. Hubo muchos continuará que se quedaron en eso. Éste lo tenemos, por fin, aquí.(Nunca he hecho la pelota a nadie, más bien todo lo contrario, a veces valorando que la situación lo requería, y otras sin poder contenerme, pero siempre pensando en todos, en la situación).

    Me gusta toda esa clase desde cualquiera de las responsabilidades compartidas, aunque ninguno olvidase que había un profesor, ese tipo de profesor.

    Me gusta cuando pides autocrítica para el educador y educadora, responsable último de todo lo que en la clase ocurre.

    Me gusta que pienses que el aprendiz quiere aprender.

    Me gustaría que nos explicaras más sobre cómo calificaste definitivamante a cada uno y si hubo algo de rechazo por esa forma de enseñar – aprender – evaluar – nota final. (lo presiento en quienes te pedían más intervención por tu parte, se podrían referir a intervención tradicional, el profe es el que sabe, quiero saber lo que le gustaría oir para decírselo y sentirme seguro de obtener una buena calificación por su parte, pues no creo que le agrade escuchar algo parecido a lo contrario).

    No os puedo garantizar que no vuelva( si no lo hago no es por buena cosa) (os pido disculpas por la hecatombe del artículo anterior; es como copiar cien veces algo como castigo, y para que se aprenda; ¡qué cosas se nos ocurren, o vamos con el automático).

    Saludos de mi hijo Pablo (9), me dice que el Pokemon edición Blanca no es de ganar o perder. ¡Qué bromista! (si éso fuese así, estaría educando a un futuro perdedor, poco competitivo) (¿Es posible en la sociedad actual? ¿ A raíz de ésto MA, no sé si has expuesto las conlusiones sobre el tema de la calificación para obtener trabajo, la otra observación del alumno. ¿Sacásteis algo en limpio?).

    • Querido José Antonio:
      Llamé al periódico para que vieran si había problemas con el blog. Quedaron en verlo y solucionarlo.
      Los alumnos y yo decidimos la forma de evaluar. Nunca quieren exámenes. Ni yo.
      No hay una sola forma de evaluación. Hay quien es bueno escribiendo y hay quien es bueno hablando. Hay quien se siente seguro investigando, hay que se siente más cómodo leyendo… Evaluación exigente, pero diversa. Hay quien elige trabajos, portafolios, diario, investigación, lecturas, entrevistas…
      Siempre hay evaluación del profesor y autoevaluación de los alumnos. Casi-Casi siempre coinciden. Y si no, se produce una negociación. Y si no hay acuerdo ellos mismos prefieren que sea el profesor quien decida. Recuerdo un grupo que dijo que, en caso de desacuerdo, decidía el alumno. No se produjo ningún caso de desacuerdo después de la negociación.
      También hay que tener en cuenta que cada grupo es un mundo.
      UN ABRAZO Y BUEN FIN DE SEMANA.
      Saludos para Pablo.
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  3. Cuántas iniciativas hermosas. Y me gusta mucho que sean fácilmente transladables a las aulas de quienes quieren y luchan por una enseñanza mejor y por una relación positiva de profesores y alumnos.
    Me ha encantado.
    Gracias, profesor.

  4. Ha sido un gustazo leer este artículo de hoy.
    Cuántas ideas interesantes para poder hacer en mi clase: Esa forma de expresión para analizar lo que pasa, los regalos de fin de curso, la carta de despedida…
    Así hay que enfocar la actividad: como actividad ilusionan de comunicación enriquecedora par todos y para todas.
    Un buen fin de semana a todos quienes cada semana nos encontramos en este blog.

  5. Aunque la foto no es buena, al ampliarla, puedo ver varios corazones. Eso es muy indicativo. Hay también una caja de regalo…
    Qué bonita idea para llevar a la práctica. Además de todo lo que permite pensar, es una experiencia divertida y sugerente.
    El diálogo no fianliza en esa sesiono. Seguro que los encuentros con los alumnos y entre ellos son fructíferos cuando se habla de esas experiencias de aprendizaje.
    Saludos.

    • Querida María:
      Gracias por tus palabras.
      Y por haberte acercado al blog y haber leído este artículo que completar el del sábado pasado.
      Efectivamente el diálogo nunca debería cerrarse. Porque la vida sigue.
      Besos.
      MAS

    • Juan Carlos:
      Voy a intentar que se publique también es España.En Graó o en Aljibe. Pero ese es un proceso lento.
      También se puede preguntar en cualquier librería qué distribuidora tiene en España Homo Sapiens.
      Pero, bueno,creo que tratándose de ti puedo mandarte un ejemplar ya que tengo que viajar y traeré algunos.
      Déjame tu dirección postal en mi correo electrónico.
      Será un modo de decirte gracias por tantos años de lectura y de aportaciones.
      Un abrazo.
      MAS

  6. Miguel Ángel, ¡cuántas ideas buenas ofreces cada semana sobre diversos temas! Me ha encantado ese modo de acabar un curso, de evaluar. Como respondes a José Antonio la evaluación puede ser exigente, pero diversa. Yo creo que a mí nunca me han evaluado así, y yo, reconozco, que nunca realicé evaluaciones tan ricas y hermosas como has expuesto. Es una lástima que para mí haya llegado tarde este artículo. Tú, aunque jubilado, sigues ejerciendo como excelente profesor. A mí me haces pensar y a los que ejercen, como dicen, les enseñas nuevos caminos.
    Gracias por regalarnos tu saber. Saludos.

    • Querido Joaquín:
      Estoy seguro de que tus estudiantes aprendieron mucho contigo y de que a todos les trataste con un exquisito respeto. Porque uno enseña como ES. Y yo sé muy bien cómo eres.
      Gracias por tu fidelidad a esta cita sabatina.
      Un gran abrazo.
      MAS

  7. Excelente post, con muchas ideas prácticas que permiten ser aplicadas en otros contextos de enseñanza.
    Gracias por compartir tus experiencias, siempre cargadas de creatividad y de entusiasmo.
    Me has dado algunas sugerencias para realizar en este final de curso.
    Saludos y gracias.

  8. Gracias Miguel Ángel.
    Soy profesora de matemáticas y como cada final de trimestre preparo la sesión de evaluación del proceso docente mediante una encuesta y una puesta en común de los aspectos positivos y negativo.
    Es una sesión algo confusa porque se mezclan las sensaciones de frustración, impotencia o apatía del alumnado que previsiblemente suspenderá, con la satisfacción del que alcanzara con éxito en sus calificaciones. Lo cierto es que siempre me queda la duda de hasta que punto sus calificaciones inciden en sus respuestas.

    De paseo por tu blog encuentro en este interesante artículo la clave para cambiar el proceso de evaluación y generar en el aula nuevas respuestas que hagan más visibles sus emociones y sus reflexiones.

    Saludos, buen domingo, buena semana
    Mari Carmen

    • Querida Mari Carmen:
      Casi siempre se circunscribe el proceso de evaluación a la calificación de los alumnos y alumnas. Pero hay mucho más en un aula. La relación del docente con los ellos y ellas, el clima, la metodología, las expectativas, las emociones…
      Creo que intención es magnífica cuando haces esa encuesta que pretende buscar una información que te permita cambiar y mejorar lo que proceda. Eso es lo importante:tu actitud. Los caminos que recorras para conseguir el objetivo pueden ser variados. Y deben adatarse a las características del grupo. Hay métodos que funcionan con unos y no con otros alumnos. Por eso digo que es tan compleja nuestra tarea, No obedece a leyes. En educación nosucede siempre que si A, entonces B. LO que sucede realmente es que si A, entonces B, quizás.
      Gracias por tu lectura y por tu participación.
      Buen domingo.
      MAS

  9. El final de curso es para mí siempre un momento importante. Dejas a unos alumnos a los que has llegado a querer y tienes que comenzar con un grupo al que apenas c onoces o no conoces de nada.
    Ellos son cada año de la misma edad y tú vas ganado cada año en veteranía.
    Se puede producir, al final, un desfase muy grande.
    Por eso me ha encantado la fvorma de cerrar el curso que se cuenta en el artículo. Me parece sugerente, motivadora, participativa…
    Los regalos también me parecen una idea estupenda.
    Gracias.

  10. Excelente artículo.
    No solo tiene ideas sino prácticas interesantes. Nos hacen falta sugerencias e ideas para la acción.
    Cada uno puede inventarlas pero es b ueno saber lo que otros han hecho y ha tenido un buen resultado.
    Me ha parecido una experiencia llena de emotividad y de participación.
    Cordiales saludos.

  11. Me ha gustado mucho este post.
    He visto la experiencia muy aplicaba a todas las aulas, de cualquier nivel que sean.
    Y me ha gustado que se haya hecho en la Universidad, donde la creatividad pedagógica es muy escasa, por lo que yo he visto.
    Me hubiera gustado estar allí.
    Y eso lo dice todo.
    Buena semana.

  12. Cuando he leído el artículo me he imaginado sentado en esa clase y participando en la expereincia.
    Creo que se trata de ujna técnica que invita a particpar.
    La pondré en marcha en mi clase en este final de curso. Estoy seguro de que será una actividad interesante y entretenida.
    Yo suelo ahcer una balance, pero siempre lo he hecho a través de una encuesta. Esta iniciativa es más dinámica y más interactiva.
    Saludos y gracias.

  13. Me ha encantado el texto.
    Creo que está lleno de sugerencias interesantes.
    Me gusta porque tiene una dimensión práctica muy contundente. Si se hace es porque se puede hacer. Lo digo porque a veces cuando se hacen propuestas que uno no ha hecho alguien ouede pensar que se trata de algo irrealizable.
    Me sorprende y me molesta que haya tanta rutina y que haya menois innovaciones de las que yo desearía.
    Saludos a todos los lectores de este blog. Y, por supuesto, al autor.

  14. Comentario muy rápido para los comentaristas.

    Yo no doy clase, pero pretendo hacerlo en Educación Infantil, con permiso de todas y todos, la mejor y más agradecida.

    Me gustaría que pusiéseis nivel y disciplina que impartís los que ejercéis o lo habéis hecho. Si queréis compartir alguna experiencia mejor para los que queremos aprenderlo todo y seamos tachados de teóricos cada vez menos.

    Vemos que le damos mucha importancia a que lo que comenta MA sea sacado de experiencias llevadas a la práctica en el aula. Aún así le diremos algunos que es un profesor universitario. Un teórico.

    Hasta luego.

    • Estimado José Antonio:
      Valoro mucho la etapa de infantil. De hecho, acabo de publicar en BsAs (Feria del Libro) un libro sobre esta etapa que se titula La casa de los mil espejos.. Yo creo que es la etapa más importante y más influyente del sistema educativo.
      Hace unos años, antes de empezar un curso de doctorado, una de las asistentes dijo que ella lo cursaba para “dejar de ser una simple maestra de infantil”. Me pareció tan significativa su afirmación que escribí un artículo condes título. Creo que se puede localizar en la red. En él hablo de la extraordinaria importancia de esa etapa. Mucho más importante, por supuesto, que la universitaria. A mi juicio, claro.
      El próximo sábado escribiré, probablemente, sobre la relación teoría-práctica.
      Un abrazo.
      MAS

  15. Hay cosas que se pueden hacer en todos los niveles, adaptándolas a la edad de los alumnos y alumnas.
    Conviene también tener en cuenta la idiosincrasia del grupo. Algunos grupos, por su configuración, por su historia o por los líderes que tiene, necesitan un cuidado especial para hacer ciertas actividades.
    Creo que esta actividad de la que habla MA en el artículo de este sábado vale para todos los niveles y todas las edades.
    Gracias y saludos.

  16. Hoxe é o día das letras galegas.

    Si estivese en Marte e me preguntaran de onde son, contestaría que da Terra; si estivese na Terra, de Europa; en Europa, de España, en España, de Galicia e en Galicia da Coruña, de Muxía. ¿Enténdeseme a onde quero chegar?

    Este poema de Rosalía de Castro foi escrito 100 anos antes do meu nacemento: “Adios ríos; adiós fontes”.

    El personaje que habla es un emigrante que está a punto de embarcar hacia América y que se despide con tristeza de si tierra natal, situación que tuvieron que afrontar muchos gallegos en la segunda mitad del siglo XIX.

  17. Adiós, ríos; adiós, fontes;
    adiós, regatos pequeños;
    adiós, vista d’os meus ollos,
    non sei cándo nos veremos.

    Miña terra, miña terra,
    terra donde m’eu criei,
    hortiña que quero tanto,
    figueiriñas que prantei.

    Prados, ríos, arboredas,
    pinares que move o vento,
    paxariños piadores,
    casiñas d’o meu contento.

    Muiño d’os castañares,
    noites craras d’o luar,
    campaniñas timbradoiras
    d’a igrexiña d’o lugar.

    Amoriñas d’as silveiras
    que eu lle daba ô meu amor,
    camiñiños antr’o millo,
    ¡adiós para sempr’adiós!

    ¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
    ¡Deixo a casa onde nascín,
    deixo a aldea que conoço,
    por un mundo que non vin!

    Deixo amigos por extraños,
    deixo a veiga pol-o mar;
    deixo, en fin, canto ben quero…
    ¡quén puidera non deixar!

    Adiós, adiós, que me vou,
    herbiñas d’o camposanto,
    donde meu pai se enterrou,
    herbiñas que biquei tanto,
    terriña que nos criou.

    Xa s’oyen lonxe, moi lonxe,
    as campanas d’o pomar;
    para min, ¡ai!, coitadiño,
    nunca máis han de tocar.

    Xa s’oyen lonxe, máis lonxe…
    Cada balad’é un delor;
    voume soyo, sin arrimo…
    miña terra, ¡adiós!, ¡adiós!

    ¡Adiós tamén, queridiña…
    Adiós por sempre quizáis!…
    Dígoche este adiós chorando
    desd’a veiriña d’o mar.

    Non m’olvides, queridiña,
    si morro de soidás…
    tantas légoas mar adentro…
    ¡Miña casiña!, ¡meu lar!

  18. Dise en educación que se debe respetar o idioma materno. Miña nai e os seus antepasados falan o galego, e é o idioma que me falaron. Por desgracia ahora a nuestros hijos les hablamos en castellano, pues es el idioma del imperio, son los ganadores; a los perdedores se les condena al olvido, cuando no a cosas peores. El gallego es el idioma de los pobres, de los ignorantes, del campo. La burguesía habla castellano. Los políticos hablan castellano. Nadie quiere ser pobre ni ignorante. Se dice que se defiende el gallego y es una gran mentira. Gran estupidez no hacerlo, pues es de las riquezas más grandes que tienen los pueblos. Es parte de su alma. Si non falan o idioma galego os galegos, quen o vai a falar, ¿os casteláns?

    (En internet está el poema de Rosalía traducido al castellano).

    El poeta Manuel María es el homenajeado en el Día das Letras Galegas en 2016, tal y como ha aprobado la Real Academia Galega (RAG).

    Según ha subrayado la RAG, este poeta lucense, autor de una extensa obra y exponente del activismo político, representa la “conciencia” y el “compromiso inquebrantable” con la lengua gallega.

    Así, la vida de Manuel María, nacido en Outeiro de Rei (Lugo) en 1929 y fallecido en A Coruña en 2004, se caracterizó tanto por una extensa obra poética como por su profundo compromiso político con el nacionalismo gallego y la recuperación de la cultura gallega en al clandestinidad, durante el franquismo.

  19. Estimado José Antonio:
    Estimado José Antonio:
    Yo viví en Galicia cuando el gallego estaba proscrito. Otro crimen de la dictadura. Matar un idioma tan hermoso.
    La Universidad de Vigo publicó un librito con textos míos obre evaluación en gallego. Algunas partes me gustan más en gallego que en castellano.
    Cuánto he lamentado no poder hablar esta hermosa y melodiosa lengua, sin la cual la tierra parece estar desposeída de su alma.
    He tarareado “Catro vellos marineros” como un pequeño tributo a una tierra en la que no se puede vivir sin enamorarse de ella,
    Un abrazo y feliz día.
    MAS

  20. Una copia bestial la mía, pero define perfectamente lo que trato de decir con lo de que la E. I. es la más agradecida. Que conste que yo soy maestro y no llevo vestido, pero me gusta que todavía me califiquen de chaval.

    Maestra de Infantil… Algo más que una simple profesión

    Publicado por Dafne

    Cuando digo que soy Maestra de Infantil la gente, en general, responde con un Ahhh tan soso que me gustaría exclamar:

    – ¿Dónde, aunque siempre me vista de la misma manera, me diran que mi vestido es bonito?
    – ¿En qué sitio, sino allí, me abrazaría un apuesto jovencito y me dirá que me quiere?
    – ¿Dónde eres tan importante que hasta le has de limpiar los mocos a la estrella del desfile?
    -¿En qué otra parte olvidaría mis penas porque tengo que atender tantos arañazos, cocos y corazones afligidos?
    – ¿Quién recibe más flores que yo?
    – ¿Dónde más podría guiar en la escritura de las primeras letras, una manita que quizás algún día escriba un libro?
    – ¿En qué otro lugar recibiría el regalo de sonrisas?
    – ¿En qué otro sitio me harían un retrato gratis?
    – ¿En qué lugar mis palabras causan tanto asombro?
    – ¿En qué trabajo, cuando faltas dos días, te reciben con los brazos abiertos?
    – ¿Dónde puedes ver en primera fila la ejecución de grandes obras de arte?
    – ¿Dónde conservaría en alma jóven sino en medio de un grupo, cuya atención es tán efímera, que siempre debo tener a mano una caja de sorpresas?
    – ¿En qué otro sitio derramaría lágrimas porque hay que dar por terminado un año de relaciones felices?

    Me siento grande trabajando con pequeños.

  21. Bueno, lo anterior, por supuesto no era de Rosalía. Ella no tenía necesidad de plagiar nada, salvo recoger la cultura del pueblo más humilde y elevarla hasta los cielos de la poesía, prestigiar idioma y cultura.

    Sólo quería dejar una muestra de la educación que prima lo afectivo sobre lo cognitivo, como dice MA.

    Cuando estudiaba, en la propia universidad, los de E.I. éramos considerados lo más bajo del magisterio. Esos que se pasan la vida con jueguecitos y cantando.(Igualitos que Montoro). Profesores de universidad, carrera de educación, eso sí, Psicólogos o Matemáticos, no cualquier cosa.

    ¡Hay que joerse! ¡La ignorancia se encuentra en cualquier lugar, hasta en las universidades! ¡Qué catedráticos y doctores!¡Qué tropa!

    • Estimado José Antonio, que se siente grande cuando trabaja con pequeños:
      Esa etapa es la más plástica, la más rica, la más influenciable. Supongo que conoces el libro de Robert Fulgum: Todo lo que necesito saber en la vida lo aprendí en el parvulario.
      A media que vas ascendiendo en el sistema educativo, vas bajando pedagógicamente.
      Creo que la etapa de infantil es la más creativa, la más emocionante, la más innovadora… No se entiende que un maestro o maestra de infantil no se sepa los nombres de los niños y de las niñas. Pero es frecuente en la Universidad.
      Los espacios son más hermosos, la movilidad es más grande, la metodología es más activa…
      Y creo que los profesionales que trabajan en esta etapa están más comprometidos.
      Eso es lo que digo, con otras cosas claro está, en el artículo UNA SIMPLE MAESTRA DE INFANTIL. ¿Simple?
      Te remito a un artículo de este blog titulado EL VESTIDO DE HIERRO.
      SALUDOS DESDE BOGOTÁ.
      MAS

  22. Hermosa experiencia la que nos cuentas en este artículo, MA. Creo que es un buen camino para que se puedan expresar las emociones y las ideas.
    Mientras más participen, creo que mejor. Así se ve el sentir y pensar de todos y de todas.
    Tiene también la ventaja de que se encadenan las opiniones. Es decir, que lo que dice uno da pie a que otro opine añadiendo, matizando, aclarando, apoyando…
    Me ha encantado.
    Buenas noches.

    • Querido Alejandro:
      Pues sí, creo que esta forma de explorar lo que piensan y sienten los alumnos y alumnas, tiene la peculiaridad de ser una experiencia colectiva. Todos y todas pueden escribir y todos y todas pueden leer, hablar y escuchar. El hecho de puedan ir añadiendo, subrayando, uniendo… lo que otros y otras han dicho hace que es el resultado sea una obra del grupo entero, incluido el profesor.
      Gracias por leer y por participar.
      Un abrazo.
      MAS

  23. Muy interesante esta experiencia de cierre de curso.
    La haré mía este fin de curso y ya contaré los resultados que he tenido con ella.
    Me parece una forma estupenda de promover el diálogo entre profsor y alumnos y, por otra parte, entre estos.
    Un cordial saludo.

  24. Hola falia.

    ¿He dicho alguna vez que la joven pero inmensamete preparada alcaldesa de Madrid, es una mujer con los siete sentidos, de piel sensible y permeable? Si creéis que miento comprobazlo vosotras mismas en el intermedio de hoy. Es aplicable a todos los ámbitos laborales.

    Un forte bico dende A Coruña (Galicia, España, Europa) para o resto do planeta.

  25. Hoy en España la cosa, entre otras muchas, fue de toros y banderas, por separado. O de tradiciones, violencia y diversión, maltrato animal, nacionalismo, independencia,libertad de expresión, violencia y deporte,centralismo, España.

    ¡Qué tropa!

  26. El gobierno toma sus decisiones con criterios TÉCNICOS Y OPERATIVOS (con mayúsculas como Soraya lo recalcó de voz), nada de criterios políticos. Ah, ya me quedo más tranquilo. Hombre, a mí ya me parecía que debía haber una explicación.

    ¡Qué tropa!

  27. comprobadlo, comprobadlo, comprobadlo, comprobadlo, comprobadlo, comprobadlo, comprobadlo, (a continuación me voy a lavar los ojos y a darme dos castañazos en los dedos con la regla). Espero que no se repita, sino le echaré la culpa al teclado.

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