Gestionar el patrimonio.

12 Dic

Créanme, es muy complicado resistirse y no escribir de la crisis del ruido en la Málaga colegial y baloncestística, sobre todo si tenemos en cuenta que el tema trascendió más allá de los equipos implicados, nuestra ciudad, el entorno de nuestro deporte incluso a nivel nacional y hasta algún político no ha dudado a sumarse al carro de la solidaridad para con los afectados.
Todo el mundo habla de la necesidad de aplicar algo tan raro por aquí como el sentido común, pero si quien tiene que aplicarlo es algún servidor público, puede ser difícil que veamos una solución en un plazo lógico.
Espero que todo se resuelva a la voz de ya, y que todo se quede en un mal recuerdo, pero mientras tanto, todo esto continúa y tenemos que seguir lidiando con ello.
Es tanta la cantidad de noticias que se ven, que se corre el riesgo de dejar pasar más de una, por ceñirme a las más cercanas, y aparte de la actualidad de los resultados de nuestro Unicaja, esa que dice que la mejora que está mostrando puede valer para llegar a la Copa del Rey de Las Palmas, pero no para disputar hasta último momento la Euroliga -que se puede convertir en un castigo largo demasiado pronto-, los días pasados desde la anterior columna han traído la salida de Dejan Musli camino de Bamberg, algo que parecía de manera obligada, la única forma de resolución de un problema generado desde dentro del mismo Unicaja.
Que el jugador serbio se haya marchado no es raro, pero veíamos lejano esa situación en la que un jugador con contrato no terminaba cumpliéndolo, en una situación en la que invitaba a contar con él habida cuenta la multiplicidad de problemas e inconvenientes fruto de las competiciones y de la dificultad de ellas, y aunque el entrenador se haya encargado de hablar de “decisiones corales”, lo cierto es que es muy complicado no señalarlo como el artífice de la salida del pívot.
El tema Musli tenía muy mala cara desde el pasado curso, tras la recuperación de la lesión que se produjo en la Eurocup, pese a la importancia del jugador para los esquemas del equipo, y con una similitud muy sospechosa con lo que ocurrió con Stefan Markovic, uno de los puntales pasaba a estar en una situación incómoda, no sé si por la actitud del jugador o por las demandas del entrenador, pero una pieza importante pasaba a ser un agujero sin ocupar, porque, aunque en el arranque de temporada se nos trasladara que el jugador iba a tener sus minutos, creo que nadie terminó creyéndolo.
No piense nadie que es privativo de Joan Plaza tomar decisiones que se entienden poco desde fuera, si hacemos un mínimo de memoria, Pepe Sánchez tuvo momentos de estar fuera del equipo y volvió al mismo o Erazem Lorbek relanzó su carrera lejos de Málaga con contrato en Unicaja porque no le servía a alguien tan admirado como Sergio Scariolo. Aíto García Reneses dejó de creer en Giorgos Printezis y, créanme, si el que le discutía el puesto era Guillem Rubio, quizá hubiera sido más práctico dudar del rendimiento del catalán, pero bueno, pensar que el “nivel capricho” no es algo dentro del manual de funcionamiento del entrenador, es que uno se acerca muy poco a este mundillo.
Es curioso, porque más allá del desconocimiento de los entresijos del grupo y de cada caso, no recuerdo que ninguna explicación termine de convencer, y no vale el axioma simplista de “cualquiera que se va hace el año de su vida al dejar el Unicaja”, es que si tenemos que vivir con esa marca de ADN que dice que el entrenador es quien manda, hay que aguantarla para lo bueno y para lo malo, por mucho que Eduardo García lo verbalizara como declaración de intenciones cuando el propietario lo nombró presidente del club, pero lo cierto es que el patrimonio de la sociedad (los jugadores) quien termina manejándolo es un empleado (el entrenador), el cual, para más INRI, es el único que sabe cuándo termina su contrato: en el momento que los resultados adversos lo dicten.

2 respuestas a «Gestionar el patrimonio.»

    • Muchas gracias por seguirme. El tema central del blog es el baloncesto y el Unicaja, y teniendo en cuenta lo denso del calendario, entiendo que no siempre es mi misión ir a ver la actuación del equipo jornada a jornada, por eso, he entendido que el tema de la gestión de la plantilla tenía que tocarlo, ya que lo considero también importante. Asimismo, el triunfo en Zaragoza también lo es, pero el espacio es el que es. Muchas gracias otra vez, y espero más comentarios, un saludo.

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