Un bolso en lugar de un presidente

2 Jun
Saludo entre Sánchez y Rajoy.
Saludo entre Sánchez y Rajoy.

Política florentina, de pasillo y Whatsapp, mensajes, conversaciones, miradas, votos, suena el timbre, hay que votar. El tiempo: el tiempo nos ha enseñado algo y es que la política es de cristal. Ya lo fue el 11-M tras los atentados de Madrid que hizo que saltase por los aires un gobierno, el de Aznar. Y lo es ahora, otra vez, el tiempo. Una sentencia, la de la Gürtel, hace que toda una legislatura salte por los aires. Vuelve a sonar el timbre del Congreso de los Diputados.

Pedro Sánchez reconquistando el PSOE, primero, y España, más tarde, ahora, con su Peugeot y poniendo la radio: Hora 25 de la Cadena Ser. Parece que sonríe.

Hace poco más de una semana estábamos celebrando los Presupuestos Generales del Estado. Ahora cuando escribo estas líneas tenemos nuevo presidente del Gobierno. Vivimos en los días donde la información se confunde con la historia. Un momento crítico en medio de la tormenta perfecta. Y se necesita altitud de miras, hombres y mujeres de Estado y toda la capacidad negociadora del mundo. Estamos en el día después del Big-Bang, abróchense los cinturones y disfruten de este viaje.

Un señor que trabajaba para una empresa supranacional, bien pagado, lejos de los focos, con una vida tranquila como en una novela de Marguerite Duras. Un señor que recibe una llamada para ser ministro. Acepta, quizás pensando en que es la gran oportunidad de su vida.

Un bolso en lugar de un presidente. Un exclusivo maletín de piel de Loewe valorado en 2.000 €, como una metáfora de estos días de borrasca, como el símil de una ausencia anticipada: un bolso en lugar de un presidente. Me acuerdo de La Cantante Calva, la primera obra dramática escrita por Eugène Ionesco.

Frankenstein: el monstruo de Mary Shelley, el moderno Prometeo. Me pregunto por qué existen los monstruos, por qué esa intrigante atracción desde pequeños. Sueños, pesadillas, mitos… Todos los comentaristas hablaban de “Gobierno Frankenstein”. Pienso que los monstruos no existen, que somos nosotros los que, con nuestra mirada, los construimos. “A veces, los lugares humanos crean monstruos inhumanos”, escribió Stephen King en su novela El resplandor.

Rajoy en el reservado de un restaurante de Madrid. Todo el mundo piensa en Gran Hermano 24 Horas, en la posibilidad de meter cámaras y micros en esa reunión, de saber qué pasó durante esas ocho dramáticas horas. Rajoy haciendo su última política en el reservado de un restaurante de Madrid.

En la votación que se ha realizado por llamamiento y de forma oral, los diputados iban diciendo el sentido de su voto: “sí”, si apoyaban la moción; “no”, si la rechazaban. Cuando le ha tocado el turno al diputado popular ha pronunciado un sonoro “sí”, que ha desatado carcajadas y aplausos a partes iguales en todo el hemiciclo, y ha permitido distender por unos instantes el ambiente de gravedad histórica propio de la aprobación inminente de la primera moción de censura de la democracia española.

Pablo Iglesias con cara de wéstern, insistiendo, declarando que quiere entrar en el Gobierno de España, gritando: “Sí se puede”. Pablo Iglesias llorando, comiendo un yogurt de plátano, saliendo de un gimnasio para llegar a su casa de la sierra, leyendo una novela de Oliver Sacks.

Abrimos una nueva etapa en este nuestro país. Hay buenas noticias: una sentencia ha demostrado la independencia de la justicia y la inexistencia de impunidad. La sentencia del Caso Gürtel dictada por la justicia española. Sí, ésta también es la justicia española. Se han utilizado herramientas democráticas, la moción de censura, y ahora tras el alivio de unos y la indignación de otros, ahora digo, hay que gobernar, gobernar para todos, desde la responsabilidad y por la estabilidad. Este país no necesita más dramas, que ya vamos sobrados.

Albert Rivera baila solo en la pista y se pregunta dónde están sus aplausos y mira a la única cámara que le observa.

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